Estaba con mi chica mirando las series de mi servicio VOD con Netflix y tras ver Electric Dreams en Amazon Prime nos decidimos por Black Mirror, que en principio venía a ser prácticamente igual, episodios independientes de ciencia ficción, y a ella le gustó mucho sin ser una gran fan de la ciencia ficción. Sin embargo, esta en general a mi me gustó mucho más, si bien con el paso de los capítulos bajan las expectativas.

En Black Mirror los efectos especiales y la calidad técnica es superior a Electric Dreams, son más de nivel cinematográfico, los guiones tienen más ritmo, aunque priman menos las cuestiones trascendentes y el amor o el erotismo o el sexo que caracteriza a la serie de Amazon. En Black Mirror, los primeros episodios enseguida enganchan a la serie, pero pronto se comprueba que se repiten las mismas premisas una y otra vez, estas son un juego o mundo virtual paralelo, igual a la realidad, además casi siempre se accede por medio del mismo o parecido pequeño cacharro electrónico que se clava en la frente o en algún otro lugar de la cabeza. Esto da para mucho a los guionistas, como otros mundos en otras épocas, muertos resucitados, juegos de terror, sexo virtual, ayudas militares, investigación de asesinatos, o castigos inhumanos para un futuro sistema penal. De todas formas acaba siendo algo cansino y repetitivo. Por si faltaba algo, el episodio con menos parecidos y el más largo, casi una película con 90 minutos, "Odio nacional" de la tercera temporada, es el que me ha parecido el peor y soporífero.

En Black Mirror hay muchos episodios, unos mejores que otros, que no defraudarán a los aficionados a la ciencia ficción, aunque a mi chica no le gustaron tanto.