Si eres de naturaleza melancólica y romántica, pero al mismo tiempo buscas algo diferente y bien hecho, que te diga algo, que te haga pensar... esta es tu película.

Lo primero que va a llamar la atención es que se trata de un hombre que hace el amor con una muñeca inflable. Piensas: "¿pero qué historia se puede sacar de ello?, como no sea la típica gamberrada para cretinos sin criterio alguno...", y, claro, la miras esperando un producto totalmente diferente. Posiblemente se deba a ello su nota tan baja.

A mí me gustó tanto que la vi dos veces en el cine (sesión matutina y entre semana ambas, quería disfrutarla a solas... vamos, no quería que me vieran llorar), y ahora la tengo en DVD. ¿Por qué me gusta tanto? Porque... al menos para mí, me es difícil encontrar una película que trate el sexo —con sus respectivos desnudos de cuerpo entero— de una manera tan natural, consiguiendo que en ningún momento nos sintamos incómodos con lo que vemos, sino más bien todo lo contrario. O una película que consiga embellecer hasta el hartazgo escenarios tan sucios y deprimentes como, por ejemplo, el rincón de la basura dentro de un barrio pobre de Tokio, o una casita humilde, de paredes oxidadas, que se convierte en un lugar mágico y encantador. Siempre me ha encantado descubrir las virtudes dentro de los defectos.

Y esa música tan conmovedora, esa interpretación tan fantástica por parte de Du-na Bae —que es tan convincente que incluso contagia: después de verla, permanezco durante horas en el mismo trance que Air Doll—, esa delicadeza y suavidad estética, de movimientos, de ritmo... que, irremediablemente, me transmiten paz y serenidad.

Algunos podrán decir que es un producto muy "emo". No sé yo. Cierto que no profundiza demasiado en los temas que trata, pero lo veo lógico: después de todo, es una muñeca hinchable que acaba de "nacer"... ¿cómo podéis esperar que sea capaz de reflexionar profundamente sobre la vida, la muerte, el sexo, y todas esas cosas existencialistas? La película se limita a mostrarnos sus vivencias, sus pensamientos (breves y concisos)... y somos nosotros, los espectadores, los que debemos pensar en lugar de la muñeca. Por descontado que lo he hecho, y no poco.

En fin... Para acabar, diré que "Air Doll" es una de esas películas que, cuando la ves, consiguen que te reconcilies con la vida y la ames más que a nada en el mundo. Que quieras redescubrir todo lo que te rodea. Tocarlo todo con otras manos, e incluso mirarlo todo con una renovada perspectiva inocente, que no tenías desde que eras niño. Es... una película para ver con ojos de adulto, y acabarla con ojos de niño.

Pre-cio-sa...