Puedes engañar a tu hijo y decirle que, ahora que el mundo se ha derrumbado, vosotros dos sois los tipos buenos. Pero incluso él se dará cuenta de que ya no existe la humanidad y de que el bien y el mal se han evaporado.

Cuando la tierra está cubierta de ceniza y ha muerto -sin remisión- toda vida vegetal, cuando no hay comida ni agua ni higiene ni aire, cuando el 99% de la humanidad ha tenido una muerte horrible, ya casi no importa que tus congéneres sean almacenados en zulos y devorados por caníbales. Les cerrarás trampilla sin con ello puedes estirar un poco más, puede que días o minutos, esa existencia que arrastras, y que ya no puedes llamar vida.

Impresionante recreación del mundo surgido tras el Apocalipsis, como resulta 'enorme' la interpretación de un Mortensen maduro, irreconocible, colosal.

Un ejemplo de cómo el cine puede trasladar al espectador una angustia arrebatadora, que se prolonga durante días