El único motivo que podría tener alguien para no ver esta película es que le dé alergia todo lo que huela a religión, y más en concreto a cristianismo. Por lo demás me parece un peliculón, con algunos fallos e incoherencias, pero peliculón al fin y al cabo.

El Nerón de Peter Ustinov es uno de los villanos más emblemáticos de la historia del cine y sólo con su presencia ya se justifica el visionado de este film. Consigue algo que pocos han conseguido en la historia y es que realmente es muy complicado pensar en Nerón con otra cara que no sea la suya.

Es cierto que a día de hoy los personajes protagonistas emanan cierta ranciedad, pero estamos hablando de una película cristiana de hace 70 años, eso se da por hecho. Por otro lado la tram va haciendo aguas según se va acercando su final. Todo lo demás es una auténtica gozada.

Es normal en las súper producciones de esta época, pero aún así es una gozada disfrutar de la sensación de grandeza que transmiten cada uno de sus planos, los escenarios, el vestuario y la banda sonora. Y en el caso de que te aburras, puedes jugar a "¿dónde está Wally?" con Elizabeth Taylor y Sophia Loren, las cuales aparecen como figurantes.

Imprescindible, más aún si dispones de unas buenas torrijas para acompañar.