Ante todo invitaría a todo aquel que no haya visto la película, a leer un poco de información sobre los supuestos hechos que se relatan en esta historia. Y datan de junio de 1808. Enfrentamiento desigual entre las tropas francesas y españolas en las montañas de Montserrat en Cataluña. Las bajas francesas fueron considerables y se batieron en retirada.


La leyenda que se nos narra, porque de lo real cuentan poco o nada y se centran en lo inverosímil, la caza y captura del niño tamborilero que hace retroceder a los franceses.
Dice tal leyenda que por su corta edad no podía combatir y con su tamborileo y
aprovechando el eco de las montañas, creo el sonido estruendoso de contar con más
efectivos de los que realmente eran. La narración es una pena que comience después dela batalla, cuando lo interesante de verdad son los hechos acontecidos durante dicho conflicto bélico. El director se ha limitado a unos escasos flash-back acelerados tipo videoclip de los años ochenta, para contar brevemente la hazaña.


Para que nadie salga defraudado hay que recordar que la historia comienza justo al acabar la batalla. Por lo visto el orgullo francés quedó tan dañado en la persona de Napoleón Bonaparte que envió a unos mercenarios a que le trajeran la cabeza del mozo.
Ósea, lo que nos vamos a encontrar es un juego entre los gatos y el ratón, menos
atractivo que la batalla en cuestión. A mi me gustó la primera parte cuando llegan al pueblo, a partir de ahí pierde bastante y se convierte en algo para pasar el rato.

En cuanto a las interpretaciones, me voy a extender quizás un poco. Lo de Juan José Ballesta alguien debería hacérselo mirar con urgencia, porque habla igual en todas las películas, me da la sensación de que estoy viendo el Bola y saldrá a la calle a jugar con los poligoneros. Atención que podemos perder un gran actor en estos detalles. Vincent Pérez está de diez, frío, cabronazo, sin corazón, como merece su personaje. Y me ha sorprendido gratamente un desconocido Santi Millán ejerciendo en el papel De la Mata, con ese ojo tapado que le da un aspecto más tenebroso. Las chicas prácticamente están de adorno sin apenas aprovecharlas en la historia.

Aún así la recomiendo para un rato de entretenimiento.