Si hablase de fútbol y mencionara a Cruyff, Beckenbauer o Di Stefano, estarían más cercanos en mi mente que los éxitos del señor Steven Seagal. Allá queda esa que me gusto mucho... DIFICIL DE MATAR, con su preciosa ex-mujer.

De estos actores que nos deleitaron? durante la década de los 80 y 90 con pelis de acción, ya quedan pocos que no hagan el ridículo. Jean Claude Van Damme, se ha hecho a un lado... lo mejor viendo el panorama. Arnold S. se ha dedicado a la política. Bruce Willis ya no abusa de este género. Y Stallone parece el único que sale airoso de todo este clan. Pero no me desvío del prota de esta peli. En sus comienzos os puedo jurar que me encantaban ver a Seagal, ofrecía un producto nuevo, una forma original de vencer al contrario, con artes marciales desconocidas para el espectador no metido en este mundillo. Eran un espectáculo sus luchas, sus coreografías y hasta a veces los guiones eran bastante interesantes. Yo me divertía mucho viendolas, realmente pasaba un rato muy agradable.

El problema es que los años no perdonan y ya uno se va dando cuenta de que no anda para estos trotes, pierde fuerza, velocidad, capacidad de reacción y muchas cosas más... que se ven reflejadas en la pantalla. Me explico, lo mejor de las coreografías de Seagal eran los planos que las mostraban, ambos contendientes, con sus armas y sus formas de pelear. En esta peli... es todo una estafa, las peleas son siempre en planos muy cortos de un solo luchador, no abren los planos y cuando lo hacen... Seagal, perdón... su doble, sale de espaldas. Es un engaño total para sus fieles seguidores. Es mejor retirarse a tiempo... antes que hacer el ridículo.

En cuanto a la peli... un thriller policíaco al estilo Seven, pero a lo cutre, con la acción de las peleas, del doble de Seagal. Me parece que dejaré de ver el cine de este hombre, si continúa haciendo el mismo paripé.