Después de dirigir ‘La jungle’ y ‘Le prenom’, esta última compartiendo crédito con Alexandre de La Patellière quien ahora aparece como coguionista, la tercera película de Mathieu Delaporte es un efectivo thriller de personalidades cambiantes.

‘Un ilustre desconocido’ narra la historia de Sébastiane Nicolas, un gris vendedor de bienes raíces que apenas iniciando la película pone fin a su existencia haciendo explotar su vivienda con él dentro.

El resto del relato irá mostrando como es que Sébastiane llegó a esa decisión, conoceremos su monótona vida que sale del tedio cada vez que Sébastiane decide tomar la personalidad de otra persona, regularmente de sus posibles clientes, a quienes analiza meticulosamente para lograr convertirse en ellos, hasta que conoce a Henri de Montalte, un famoso ex violinista que está por comprarle un nuevo departamento, a quien al usurpar su personalidad se involucrará demás en ciertos aspectos de su vida.

La película de Delaporte encuentra su principal gran virtud en el gran trabajo de Mathieu Kassovitz, quien interpreta tanto a Nicolas como a Montalte, en un relato que va tejiendo de a poco su historia, incrementando el interés conforme ésta avanza y volviéndose cada vez compleja, aunque para poder disfrutarla hay que ser bastante condescendiente y pasar por alto más de una situación que sobrepasa el verosímil planteado por el relato.

Delaporte consigue atrapar así al espectador en una historia bien narrada aunque no del todo original y sin llegar a ser del todo profunda pero si, con algunas concesiones, un relato efectivo.


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