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Voto de Ury Brao:
4
6.5
66,420
Aventuras. Romance
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del ... [+]
25 de enero de 2010
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Valiente pero fallido proyecto de Amenábar donde engancha la sinopsis y una eterna espera emocional que nunca llega (ni tan sólo con el desenlace).
Amenábar no consigue convencer en ninguno de los tres temas que deambulan por Ágora, la religión, la astronomía y el amor.
-El conflicto religioso termina por ser algo hueco en su contenido y pobre en su guión.
(La violencia es mala, venga de dónde venga, vale)
-Los razonamientos astronómicos de Hipatia acaban por irritar, más cuando no logran alcanzarte y son además la parte más floja en la sólo suficiente actuación de Weisz.
-La que se presenta como una lucha escondida de amor hacia Hipatia entre dos hombres acaba diluyéndose en el transcurrir del largometraje sin conseguir llegar a ningún lugar.
Y en todos los citados aspectos, un problema añadido, que no es su criticada lentitud, sino su falta de ritmo.
Ante todo la dirección no deja de ser correcta y efectiva, a pesar de algún que otro elemento (innovador) difícil de concebir, véase esos diminutos hombres corriendo a cámara rápida desde un plano cenital, que lo que consigue es restar, explícitamente, emoción a la violencia, puesto que no es el espectaculo que el director desea ofrecer. Y los ilógicos zooms desde el espacio exterior, estilo "google earth", que te separan de la película incomprensiblemente.
Tal vez Amenábar ha querido abarcar demasiado con Ágora, desea contar una história épica, pero algunos aspectos y sobre todo su guión, la convierten en la típica película que no alcanza sus pretensiones.
Valiente, sí, pero lastima...
Lo mejor: El atrevimineto del director.
Lo peor: Los 50 millones.
Amenábar no consigue convencer en ninguno de los tres temas que deambulan por Ágora, la religión, la astronomía y el amor.
-El conflicto religioso termina por ser algo hueco en su contenido y pobre en su guión.
(La violencia es mala, venga de dónde venga, vale)
-Los razonamientos astronómicos de Hipatia acaban por irritar, más cuando no logran alcanzarte y son además la parte más floja en la sólo suficiente actuación de Weisz.
-La que se presenta como una lucha escondida de amor hacia Hipatia entre dos hombres acaba diluyéndose en el transcurrir del largometraje sin conseguir llegar a ningún lugar.
Y en todos los citados aspectos, un problema añadido, que no es su criticada lentitud, sino su falta de ritmo.
Ante todo la dirección no deja de ser correcta y efectiva, a pesar de algún que otro elemento (innovador) difícil de concebir, véase esos diminutos hombres corriendo a cámara rápida desde un plano cenital, que lo que consigue es restar, explícitamente, emoción a la violencia, puesto que no es el espectaculo que el director desea ofrecer. Y los ilógicos zooms desde el espacio exterior, estilo "google earth", que te separan de la película incomprensiblemente.
Tal vez Amenábar ha querido abarcar demasiado con Ágora, desea contar una história épica, pero algunos aspectos y sobre todo su guión, la convierten en la típica película que no alcanza sus pretensiones.
Valiente, sí, pero lastima...
Lo mejor: El atrevimineto del director.
Lo peor: Los 50 millones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La revuelta de los paganos contra los cristianos con espadas de cartón y otras escenas:
De acuerdo que Amenábar rechace ofrecer espectáculo con la violencia que justamente critica, de acuerdo que quiera mostrarnos como bichitos con ese plano cenital más tarde, para hacernos entender que no somos nada desde arriba, pero por fabor que no sea Ridículo.
Ni hace falta sangre para dar espectáculo, ni tampoco espadas de cartón para cohibirnos de la violencia gratuita.
Y un penúltimo por favor, un poquito de emoción y trascendencia en lo que considero el hecho más importante de lo que transcurre en la história que cuenta Ágora, incluso más que la muerte de Hipatia: La quema de la Biblioteca de Alejandría, o es que tal vez Amenábar (de nuevo con otro plano cenital) no ha querido hacer espectáculo con la quema del innumerable conocimiento arrasado y a preferido salir volando. Pues eso, emoción.
Y por cierto, cuantos espectadores después de ver el film, habrán sido conscientes de la magnitud de esa atrocidad? (me dirijo a los que no lo supieran de antes).Pues eso, trascendencia.
Y para acabar: no vuelvan a darle colosal montón de millones a Amenábar. Así este volverá a deleitarnos con lo que mejor sabe hacer. Cine sin pretensiones.
De acuerdo que Amenábar rechace ofrecer espectáculo con la violencia que justamente critica, de acuerdo que quiera mostrarnos como bichitos con ese plano cenital más tarde, para hacernos entender que no somos nada desde arriba, pero por fabor que no sea Ridículo.
Ni hace falta sangre para dar espectáculo, ni tampoco espadas de cartón para cohibirnos de la violencia gratuita.
Y un penúltimo por favor, un poquito de emoción y trascendencia en lo que considero el hecho más importante de lo que transcurre en la história que cuenta Ágora, incluso más que la muerte de Hipatia: La quema de la Biblioteca de Alejandría, o es que tal vez Amenábar (de nuevo con otro plano cenital) no ha querido hacer espectáculo con la quema del innumerable conocimiento arrasado y a preferido salir volando. Pues eso, emoción.
Y por cierto, cuantos espectadores después de ver el film, habrán sido conscientes de la magnitud de esa atrocidad? (me dirijo a los que no lo supieran de antes).Pues eso, trascendencia.
Y para acabar: no vuelvan a darle colosal montón de millones a Amenábar. Así este volverá a deleitarnos con lo que mejor sabe hacer. Cine sin pretensiones.