Una cinta de aventuras que adapta la novela de Pierre Benoit sobre la mítica ciudad perdida de Atlantis, toda su producción tuvo diversos problemas desde el inicio tras las cámaras y se convirtió en un fracaso comercial, sin embargo, hay algo en ella que produce fascinación.

Participaron varios directores (Arthur Ripley, John Brahm) y guionistas, acreditando finalmente a Gregg C. Tallas, el editor que hizo el montaje final, también fue un duro golpe para el matrimonio María Montez y Jean-Pierre Aumont, ya que les alejó de Hollywood.

A nivel artístico y visual se trata de una obra que vale mucho la pena, con una amalgama de diseños que pese al limitado presupuesto funcionan bastante bien, la historia en sí, bebe de la aventura más clásica, en la que unos exploradores descubren algo más allá de la imaginación y sobretodo destaca la aparición de la reina Antinea a la que da vida María Montez, bella, inteligente, caprichosa e inescrutable mientras decide sobre la vida de los hombres con un simple movimiento de ajedrez.