Una parodia de algunas películas como Troya, Gladiator, 300 y un poco de Braveheart. Cuenta con un sentido del humor entre burdo y más burdo todavía y no es divertida, aunque cosas básicas como el intento de darle un hilo conductor ya la elevan por encima de otros despropósitos de mayor presupuesto como Casi 300.

Pese al esfuerzo de algunos de los actores que si son divertidos a veces como secundarios en otras películas, o la intervención de otros que casi han hecho de la autoparodia una marca con saga propia, como Ian Ziering, está película es más machacona y aburrida que entretenida y no consigue hacer reír aunque no se espere demasiado de este tipo de producciones.