Me he llevado una sorpresa al ver está película. Al ser una secuela de la muy interesante, Sicario (2015), pensaba que no aportaría gran cosa a lo ya visto y muy bien narrado por Denis Villeneuve. Incluso, me atrevería a decir, que esta un poco por encima de su predecesora.
Las escenas de acción están muy bien rodadas, son tremendamente creíbles, dotadas de una gran fuerza visual. La fotografía es impactante y de gran calidad, cuyos paisajes reflejan perfectamente, lo que desgraciadamente se vive en ese infierno terrenal. La película es de una crudeza terrible, tanto en los ejecutadores, como en los ejecutados. Un tema muy tratado en el cine (el de los sicarios), pero que aquí se trata con una veracidad abrumadora (por lo menos a mi me lo parece).
Por supuesto, cabe destacar la magnifica y brutal interpretación de los dos actores principales: Benicio del toro y Josh Brolin, que se mueven como pez en el agua en este tipo de papeles, aportando todavía más credibilidad, realidad y profesionalidad a la cinta.
En definitiva, si te gustan las películas que tratan el tema del narcotráfico y las luchas entre los carteles de la droga y las innumerables agencias estadounidenses que luchan contra ellas( DEA,CIA,FBI...), esta es tu película. En la que todos utilizan sus armas (nunca mejor dicho) para tener el control y el poder de la situación y donde no se sabe con certeza quienes son los buenos y quienes son los malos.
Añadiendo en este film, un matiz que no apareció en su predecesora .La introducción ilegal a través de la frontera de México y Estados Unidos, de personas pertenecientes a células terroristas del ISIS. Que parece ser, podría estar ocurriendo en la realidad.