Lanthimos demuestra una vez más que es un autor con un universo propio y con una capacidad impresionante para analizar el comportamiento humano, llevándolo a lo grotesco. Es una película con la que poder reflexionar sobre las relaciones de poder, la falsedad que hay en los círculos de los que deciden la vida de los demás, de cómo demasiado a menudo influyen los intereses personales antes del bien común.

En “La Favorita” destacan por encima de todo el trío femenino protagonista (espectaculares las tres) y esa puesta en escena tan particular, incluyendo esos planos hiperangulares que apoyan de manera tan potente el comportamiento de los personajes de la película.

En resumen, es una de esas películas que te dejan con la sensación de que, a pesar de que no te hayan atrapado durante todo el metraje, acabas de ver una buena película de un gran cineasta.