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Voto de burton:
9
8.1
14,118
Drama
Un tiránico y manipulador productor de cine (Kirk Douglas), que ha caído en desgracia, pide ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que tienen sobradas razones para detestarlo. Los tres le reprocharán su falta de escrúpulos para alcanzar el éxito sin reparar en las personas a las que traicionaba o engañaba.
11 de diciembre de 2006
46 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta norteamericano de origen franco canadiense e italiano Vincente Minnelli firmó está estupenda película sobre el alza y el declive en el mundo del espectáculo cinematográfico, narrándonos con cierto estilo de obras tales como "Rashomon" de Kurosawa o "Ciudadano Kane" de Welles, una trama donde se nos habla del ascenso a las alturas y posterior caída en el olvido de un productor de raza, cuyas dudosas acciones en vida le costaron la indiferencia en los momentos difíciles...
Una obra bien narrada, bien fotografiada (Robert Surtees) y bien ambientada, al viejo estilo de Holywood, justo en aquella época donde estaba de moda contar historias sobre el bello sueño americano inspirado en Holywood...
Así, dos años antes Billy Wilder nos relató una historia parecida en su magistral "Sunset Boulevard", ó Robert Aldrich nos contaría también algo parecido diez años más tarde en su brillante psicodrama "¿Qué fue de Baby Jane?"...
Todavía recordamos a Jonathan Shields(Kirk Douglas), aquel productor de raza en sus duros inicios, cuando tras la muerte de su padre Hugo Shields, un famoso productor arruinado, tuvo que reinventar la depauperada productora Shields, asociándose con aquel otro productor ejecutivo Harry Pebbel(Walter Pidgeon), buscando las tres figuras claves del éxito cinematográfico; el director, la actriz (y/o actor) con nombre, y el guionista que le proporcionaran el emblema mágico del éxito, fenomenalmente reflejado en aquella consigna que no paraba de repetir a sus empleados; "...no quiero conseguir loas de mi obra, sólo necesito hacer películas que acaben con un beso y que me reporten pingües beneficios..."...
...Y cómo posteriormente irá desmarcándose de las promesas e intenciones iniciales, dejándose llevar por sus agresivas intuiciones y altivo carácter...haciendo las cosas a su manera y sin tener en cuenta los intereses y motivos de los demás...llegando incluso en un alarde de soberbia a jugar el papel de director de sus propias películas y sintiéndose frustado por el resultado...saboreando las mieles del triunfo y finalmente, escupiendo las heces del fracaso, la soberbia y el olvido en forma de indiferencia,...fiel reflejo de aquel sabio proverbio; "siembra vientos y recogerás tempestades".
En cualquier caso una maravillosa película sobre los entresijos de aquel Holywood sobrevalorado, donde detrás de bambalinas había tanta miseria disfrazada de hipocresía como en cualquier otro campo más profano y menos glamuroso.
I M P R E S C I N D I B L E.
Una obra bien narrada, bien fotografiada (Robert Surtees) y bien ambientada, al viejo estilo de Holywood, justo en aquella época donde estaba de moda contar historias sobre el bello sueño americano inspirado en Holywood...
Así, dos años antes Billy Wilder nos relató una historia parecida en su magistral "Sunset Boulevard", ó Robert Aldrich nos contaría también algo parecido diez años más tarde en su brillante psicodrama "¿Qué fue de Baby Jane?"...
Todavía recordamos a Jonathan Shields(Kirk Douglas), aquel productor de raza en sus duros inicios, cuando tras la muerte de su padre Hugo Shields, un famoso productor arruinado, tuvo que reinventar la depauperada productora Shields, asociándose con aquel otro productor ejecutivo Harry Pebbel(Walter Pidgeon), buscando las tres figuras claves del éxito cinematográfico; el director, la actriz (y/o actor) con nombre, y el guionista que le proporcionaran el emblema mágico del éxito, fenomenalmente reflejado en aquella consigna que no paraba de repetir a sus empleados; "...no quiero conseguir loas de mi obra, sólo necesito hacer películas que acaben con un beso y que me reporten pingües beneficios..."...
...Y cómo posteriormente irá desmarcándose de las promesas e intenciones iniciales, dejándose llevar por sus agresivas intuiciones y altivo carácter...haciendo las cosas a su manera y sin tener en cuenta los intereses y motivos de los demás...llegando incluso en un alarde de soberbia a jugar el papel de director de sus propias películas y sintiéndose frustado por el resultado...saboreando las mieles del triunfo y finalmente, escupiendo las heces del fracaso, la soberbia y el olvido en forma de indiferencia,...fiel reflejo de aquel sabio proverbio; "siembra vientos y recogerás tempestades".
En cualquier caso una maravillosa película sobre los entresijos de aquel Holywood sobrevalorado, donde detrás de bambalinas había tanta miseria disfrazada de hipocresía como en cualquier otro campo más profano y menos glamuroso.
I M P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Arranca la película con una llamada de teléfono desde París de parte del productor Jonathan Shields en primer lugar al reputado y afamado director Fred Amiel(Barry Sullivan) quien parece hacer caso omiso a la misma...posteriormente la misma llamada se produce a la también reputada y aclamada estrella de cine,Georgia Lorrison(Lana Turner) quien también le deniega respuesta...y por último al reciente premio pulitzer, el guionista James Lee Bartlow(Dick Powell) quien prácticamente le envía a la mierda...
Ante las tres negativas, es el socio de Shields, el productor ejecutivo Harry Pebbel(Walter Pidgeon) quien les reúne y les comunica el motivo de la llamada de su socio Shields...volver a hacer con él una película, a lo cual los tres vuelven a negar...
A partir de ahí comienza una interrogación de Harry a cada uno de ellos, tratando de convencerles uno a uno de colaborar con él, para lo cual se valdrá de recordarles sus experiencias pasadas con Jonathan.
El primero de todos fue el director Fred, quien recuerda cuando le conoció hacía casi 16 o 17 años en el entierro de su padre, el reputado productor de cine venido a menos, Hugo Shields, creador de la reputada productora Shields prácticamente arruinada... Cuando en mitad del sepelio Fred lanzó vituperios a la figura del difunto en presencia de Jonathan sin saber que se trataba de su hijo, y cómo al salir del entierro Jonathan iba pagando los pertinentes 11 dólares de rigor a los figurantes del mismo, negándose a pagárselos a Fred por sus improperios...
Como después el propio Fred, entonces ayudante de dirección, chico de los recados y aspirante a director acudirá a casa del arruinado Jonathan Shields para hablar de una posible colaboración...
Shields ambicioso acudirá donde el antiguo amigo de su padre, el productor ejecutivo Harry Pebbel a pedirle ayuda y cómo poco a poco ambos salen juntos a flote en el difícil negocio, hasta que un día, sin venir a cuento Jonathan decide prescindir de sus servicios...
La siguiente en ser interrogada es la resentida y despechada actriz Georgia, quien recordará cómo fue contratada por Shields hasta empeñado en convertirla en una estrella a pesar de sus problemas hereditarios con el alcohol, enamorándose de él y llevándose posteriormente un desengaño amoroso...
Y por último será el guionista James Lee Bartlow quien será interrogado, recordando a su vez sus comienzos con el famoso productor, cuando se mudó a Holywood, y empezó a trabajar de guionista, recluído por el propio Shields en lagos paradisíacos, mientras Shields se encargaba de que su cotilla y molesta mujer, Rosemary (Gloria Grahame), no le importunara con sus chismorreos, haciéndola acompañar de su actor fetiche, el galán Victor 'Gaucho' Ribera(Gilbert Roland), con quien tendría un accidente mortal aéreo...Shields también acabará saliendo mal con Bartlow...
Al final de la película los tres se mantendrán en las mismas...
Ante las tres negativas, es el socio de Shields, el productor ejecutivo Harry Pebbel(Walter Pidgeon) quien les reúne y les comunica el motivo de la llamada de su socio Shields...volver a hacer con él una película, a lo cual los tres vuelven a negar...
A partir de ahí comienza una interrogación de Harry a cada uno de ellos, tratando de convencerles uno a uno de colaborar con él, para lo cual se valdrá de recordarles sus experiencias pasadas con Jonathan.
El primero de todos fue el director Fred, quien recuerda cuando le conoció hacía casi 16 o 17 años en el entierro de su padre, el reputado productor de cine venido a menos, Hugo Shields, creador de la reputada productora Shields prácticamente arruinada... Cuando en mitad del sepelio Fred lanzó vituperios a la figura del difunto en presencia de Jonathan sin saber que se trataba de su hijo, y cómo al salir del entierro Jonathan iba pagando los pertinentes 11 dólares de rigor a los figurantes del mismo, negándose a pagárselos a Fred por sus improperios...
Como después el propio Fred, entonces ayudante de dirección, chico de los recados y aspirante a director acudirá a casa del arruinado Jonathan Shields para hablar de una posible colaboración...
Shields ambicioso acudirá donde el antiguo amigo de su padre, el productor ejecutivo Harry Pebbel a pedirle ayuda y cómo poco a poco ambos salen juntos a flote en el difícil negocio, hasta que un día, sin venir a cuento Jonathan decide prescindir de sus servicios...
La siguiente en ser interrogada es la resentida y despechada actriz Georgia, quien recordará cómo fue contratada por Shields hasta empeñado en convertirla en una estrella a pesar de sus problemas hereditarios con el alcohol, enamorándose de él y llevándose posteriormente un desengaño amoroso...
Y por último será el guionista James Lee Bartlow quien será interrogado, recordando a su vez sus comienzos con el famoso productor, cuando se mudó a Holywood, y empezó a trabajar de guionista, recluído por el propio Shields en lagos paradisíacos, mientras Shields se encargaba de que su cotilla y molesta mujer, Rosemary (Gloria Grahame), no le importunara con sus chismorreos, haciéndola acompañar de su actor fetiche, el galán Victor 'Gaucho' Ribera(Gilbert Roland), con quien tendría un accidente mortal aéreo...Shields también acabará saliendo mal con Bartlow...
Al final de la película los tres se mantendrán en las mismas...