En la ficha dice, y los críticos lo confirman, que se trata de una película entre la comedia y el drama pero "Un día volveré" no tiene nada de lo primero, así que se queda en dramón amoroso, eso sí regado con buen sonido de jazz. De hecho, el mejor momento de la película viene en forma de videoclip musical con la presencia de Louis Armstrong, trompeta en mano, y su banda, me pregunto si los que de verdad tocan son Paul Newman y Sidney Poitier, pudiera ser que sí. Acompañan al reparto la que entonces era ya la mujer de Newman, Joanne Woodward, y la cantante y actriz de color Diahann Carroll, que sí, era monilla.

La película, basada en una novela de Harold Flender, al principio podría parecer que nos va a deparar alguna sorpresa pero no, todo transcurre dentro de los cánones del género (SPOILER). Dos muchachas que van a París de vacaciones y se enrollan con dos "chicos malos", músicos de jazz. Que sí no, que si sí, que si hay que volver a los Estados Unidos, que si lo más importante es mi música, que si me esperarás, que si de verdad me quieres o es un sólo un entretenimiento. Lo cierto es que no acaba de enganchar, a veces aburre, y Lilian (Woodward) incluso te cae un poco gorda, no hay quien crea que se enamore de ella.