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Voto de Reaccionario:
6
Drama Una noche de invierno, Pilar sale huyendo de su casa. Lleva consigo apenas cuatro cosas y a su hijo Juan. Escapa de Antonio, un marido que la maltrata y con el que lleva 9 años casada. Antonio no tarda en ir a buscarla. Pilar es su sol, dice, y además, “le ha dado sus ojos”. (FILMAFFINITY)
10 de agosto de 2018
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crudo drama social que gira sobre la violencia de género, que además de excelentes críticas, se llevó siete premios Goya en su momento, entre ellos, a mejor directora, película, actriz principal y actor principal, Luis Tosar, que está inmenso. Y aquí reside precisamente la mejor virtud de "Te doy mis ojos", el no querer hacer algo maniqueo y estereotipado según los dictados del feminismo más ramplón. De tal modo que el personaje más interesante y el más complejo, por encima de la pobre Pilar (Laia Marull), es el maltratador, el visceral Antonio (Luis Tosar), alguien que puede llegar a hacer monstruosidades pero que no es un monstruo sino un hombre. Aunque sea un tipo aborrecible y haga maldades imperdonables, como es el caso, no puedes construir un monigote. Es lo que se llama humanizar a los personajes, que sean coherentes y por lo tanto hacerlos creíbles, rasgo que en muchas ocasiones se echa de menos en el cine moderno, sobre todo cuando se abordan ciertos temas políticos, como por ejemplo, la guerra civil y el franquismo.

La película trata de ser seria e inteligente y la mayor parte del tiempo lo es, aunque no deja de caer en algunos tics progres erróneos. Según esta historia, si a tu novio le sudan las manos cuando te se declara, te casas por la Iglesia, no trabajas fuera del hogar y tu hombre no hace en casa ni el huevo, es muy posible que te pegue. En cambio si no puedes acordarte de cuando te se declaró, si es que acaso lo hizo, enlazas por el juzgado, tienes un empleo remunerado y tu pareja comparte solícitamente las tareas del hogar entonces la convivencia será de lo más pacífica. Como símbolo, Bollaín coloca frente al macho ibérico tradicional, el moderno e igualitario escocés. Ahora bien, según datos del 2016-2017, si en Escocia se produjeron 58.810 denuncias por violencia de género y 14 asesinatos de mujeres por sus parejas y ex parejas, en España para el 2017 fueron 166.620 y 49 respectivamente. Pero España tiene casi nueve veces más población que Escocia, por lo que la violencia proporcionalmente es muchísimo más baja aquí.

En cualquier caso, viendo "Te doy mis ojos" podemos aprender algunas cosas más. Por ejemplo, que la violencia doméstica ejercida por el varón no tiene nada que ver con cosa parecida al machismo, ni con la igualdad de género y demás. Se ve que en el 2003 el feminismo no era tan fuerte como ahora, es que entonces no eran tan idiotas o las dos cosas a la vez. Segundo, las víctimas se engañan sobre la naturaleza de la relación. Ellos creen que, por ejemplo, después de una paliza, su pareja va a estar tan receptiva como si no hubiera pasado nada pero ellas fingen que hasta es así. No se puede tener una relación normal, ni fantasear sobre que en realidad "nos queremos", si te estremeces cuando Antonio llega a casa. Pilar tiene que ser consciente, asumirlo y dejarlo, porque su frialdad y su conducta evasiva es el alimento para nuevas agresiones de Antonio. Por último, el psicólogo yerra gravemente en su terapia. Ésta no puede consistir en desmentir sus ideas negativas sino en obligar a que las asuma y así poder superar su frustración.
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