Si es el que el título no podía ser otro. En cualquier caso, el encuentro de dos períodos de los más interesantes, finales del siglo XIX y los años setenta del XX, da como fruto esta "Asesinato por decreto", que es el crossover de dos de los ¿personajes?, lo digo por Jack, más famosos de la cultura popular moderna. Es decir, Sherlock Holmes y Jack el Destripador. La cosa promete cuando añadimos una factura y un estilo típicamente británico y el concurso de actores como Christopher Plummer y James Mason, que dan vida a unos acertadísimos Holmes y Watson, y secundarios como Donald Sutherland, David Hemmings, John Gielgud y Geneviève Bujold.

Dicho esto, la obra no termina de estar a la altura de lo que promete. Para los que tengan una mejor memoria les recordará terriblemente a "Desde el infierno" (2001). No en vano las dos parten de un exitoso libro del investigador Stephen Knight publicado en 1976, que hace suya una teoría original, escandalosa y rocambolesca, hoy día prácticamente descartada. La película sigue con dificultad esta tesis, con una narración farragosa y confusa, introduciendo alteraciones que hacen más inverosímil el relato y con la imprudencia de desvelar su mayor baza a la mitad del metraje, funcionando el resto casi como un lastre. Pasable por poco (SPOILER).