A raíz de la espectacular "Bailando de Lobos" (1990) se pusieron de moda en la primera mitad de los 90 los indios de Norteamérica. En esta ocasión, se trata de descubrir a los "últimos guerreros" una tribu de cheyennes oculta de la civilización blanca, a finales del siglo XX. Lo primero que quiero decir es que Tom Berenger casi repite el personaje de "Disparen a matar" (1988). Lo segundo y más importante es que la recordaba por una imagen distinta, como más clásica, con más grano o rodada en una película más vieja. No sé si es que la han remasterizado, que las teles de ahora tienen más definición o que la memoria me ha jugado una mala pasada.

Sea lo que fuere, tenemos una obra que argumentalmente tiene pocos vuelos, pero que camina sobre seguro. "Los últimos guerreros" se desenvuelve como un atractivo trabajo a caballo, nunca mejor dicho, del drama, el romance, el western y la aventura con tintes etnográficos, presentada con elegancia y ternura. Incluso hay algo de comedia. Ojo también con el contraste entre la pareja protagonista, él aparentemente un esquivo machista y ella una feminista superwoman. Claro que Lewis (Tom Berenger) no es tan hosco como parece, ni mucho menos, mientras que la profesora Lillian (Barbara Hershey) reconocerá que "No soy tan dura como creía". Os gustará.