"El asesino" no sino "Los asesinos", porque es que no paran de segar vidas aprovechándose de que sean mafiosos o malos o las dos cosas. En todo caso, duelo entre dos de los artistas más populares en las últimas décadas en el campo de las artes marciales y la acción, Jet Li y Jason Statham, que ya habían coincidido antes en "El único" (2001) y más tarde lo volverían hacer en "Los mercenarios" (2010) y de refilón en la segunda parte de "The Expendables" del 2012. Os preguntaréis quién hace de bueno y quién de malo, pero tendréis que ver el film para saberlo.

Sea como fuere, trabajo que cumple con aquello que promete. Mucha acción pero también una trama elaborada con una venganza de por medio. De todos modos, la película sería como muchas otras sino hubiera más o menos a la mitad del metraje un giro espectacular que ni siquiera podía imaginar. Lo malo es que después de tardar unos minutos en recuperarte de semejante impacto uno empieza a recordar lo que ha visto antes y entonces se da cuenta que no pega ni con cola. No es que sólo no me lo crea sino que encima me resulta bastante desagradable.