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Thriller. Acción
Johnny (Luke Bracey) es un joven que decide dejar atrás su pasado rebelde para unirse al FBI. Una de sus primeras misiones será infiltrarse en una banda de atletas de deportes de riesgo, liderado por el carismático Bodhi (Edgar Ramírez). Los atletas son sospechosos de llevar a cabo una serie de crímenes de forma extremadamente inusual. Infiltrado en el grupo de forma encubierta y arriesgando su vida en cada instante, Utah se esfuerza ... [+]
8 de septiembre de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desacertado remake de aquella de 1991 titulada en castellano "Le llaman Bodhi" aunque en realidad sea como ésta, simplemente "Point Break", que vendría a significar "Punto de Ruptura". Claro, en la original tiene un sentido pero aquí pues no existe aunque para ser sinceros casi nada de aquí lo tiene. Lo que ha hecho Ericson Core es de alguna manera copiar, encima de mala manera, las secuencias más importantes de la otra, su idea principal y ensamblarlo todo para que se sostenga. El resultado es bastante malo y eso que uno se esfuerza en no tratar de compararla con la de Keanu Reeves y Patrick Swayze, pero es que no hay manera.
Para que podáis entender la hechura de esta "Point Break", en realidad vendría a ser como una de "Fast & Furious", pero en plan cutre. Si había alguna duda sobre las posibilidades cinematográficas de esta película se desvanecen a los dos minutos, sin exagerar. Esa presentación en motos con música marchosa del protagonista y su amigo, que huele a cadáver, le da un aire notoriamente cutre a la obra del que nunca termina de desprenderse. El resto, nada, sólo una sucesión de escenarios para ver deportes extremos, testosterona masculina y alguna fiesta salvaje, pero sobre todo lo estúpidos que pueden ser algunos hombres (SPOILER).
Para que podáis entender la hechura de esta "Point Break", en realidad vendría a ser como una de "Fast & Furious", pero en plan cutre. Si había alguna duda sobre las posibilidades cinematográficas de esta película se desvanecen a los dos minutos, sin exagerar. Esa presentación en motos con música marchosa del protagonista y su amigo, que huele a cadáver, le da un aire notoriamente cutre a la obra del que nunca termina de desprenderse. El resto, nada, sólo una sucesión de escenarios para ver deportes extremos, testosterona masculina y alguna fiesta salvaje, pero sobre todo lo estúpidos que pueden ser algunos hombres (SPOILER).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la vida real y por supuesto en la original estos flipados serían todos hombres pero como somos feministas tenemos que poner a una mujer haciendo también el idiota. Anda que me han sorprendido a mí, cuando se descubre, ¡oh, sorpresa!, que uno de la banda no es uno sino una "tía". Gracias a la igualdad de género al sexo débil no le queda ya ni la sensatez natural que le caracteriza. Así cuando dicen "igual que el hombre" en realidad quieren decir "igual de imbécil".