Si una chica dice que una mujer es guapa, no pasa nada. Ahora bien, como se le ocurra a uno decir lo mismo de un hombre, lo miran de mariquita para arriba. Eso no puede ser, amigos. Es injusto y es idiota. Así que, allá voy, estos dos si que son guapos. Qué voy a deciros de Tom Cruise. El/la que lo haya visto en la primera entrega de "Misión Imposible" (1996), "Algunos hombres buenos" (1992) y especialmente en "Top Gun" (1986), seguramente su mejor momento, lo entenderá. En esta tercera entrega rondaría los 44 años y se nota pese a que se conserva más que bien. Incluso diré que está mucho mejor que en "Misión Imposible 2" (2000) con esas greñas que lleva. Aún así, aquí le ha salido un durísimo competidor con Jonathan Rhys Meyers, encima 15 años más joven que el protagonista. A esté irlandés lo hemos visto en todos lados: televisión ("Los Tudor"), cine ("Match Point"), publicidad (anuncios de "Hugo Boss"), etc. Y no hay que ser muy listo para darse que es tremendamente seductor. Este hombre desprende una sensualidad brutal que transmite en cualquier cosa que haga. Por ejemplo, fijaos como anda. Así que vosotras, decidid quién os gusta más. Vale la pena ver esta "Misión imposible 3" sólo por esto.

Hecho este repaso me temo que sus acompañantes femeninas no están ni mucho menos a la altura de estos galanes. Michelle Monagan y Maggie Q se quedan sólo en monas siendo generosos. Por su parte, de la película sólo diré que afortunadamente supera ampliamente a la nefasta entrega anterior dirigida por Jhon Woo, cosa que era bastante sencillo, pero no llega a ser como la original. La historia no es que sea gran cosa, incluso nos cuelan un McGuffin como un piano por toda la escuadra, que pese a todo no es importante. Eso sí, tiene una cantidad de agujeros, escenas bastante forzadas y situaciones complicadas que desmerecen este trabajo. Por ejemplo, ni siquiera vemos robar "La pata de conejo". Aún así, si prescindimos de un argumento un tanto embrollado, nos queda lo que es esta "Misión Imposible III": una cinta de acción pura y dura. Lo cierto es que las secuencias están bien rodadas. Sí, la cámara se agita, pero esto pasa en todas las películas de los últimos años. Sea como fuere, entretiene este carrusel de acción, tiros, golpes y explosiones. Es más la cinta llega a ser por momentos adrenalítica con un Tom Cruise que te recuerda al 007 de Daniel Craig, aunque claro está, sin la increíble fuerza del británico.