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Voto de Reaccionario:
7
Ciencia ficción. Aventuras Último capítulo de la trilogía de precuelas de Star Wars, en el que Anakin Skywalker definitivamente se pasa al lado oscuro. En el Episodio III aparece el General Grievous, un ser implacable mitad-alien mitad-robot, el líder del ejército separatista Droid. Los Sith son los amos del lado oscuro de la Fuerza y los enemigos de los Jedi. Fueron prácticamente exterminados por los Jedi hace mil años, pero esta orden del mal sobrevivió en la clandestinidad. (FILMAFFINITY) [+]
29 de enero de 2014
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta tercera entrega, apoteosis final de la saga si bien tiene su continuación 28 años atrás, tiene más frases que te llegan como el "no tiene ganas de vivir", "¡Yo te quería!" de Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) o "en el fondo era bueno" de la dulce y hermosa Padme (Natalie Portman) pero la que he escogido en boca de la propia Padme también, cuenta con la virtud además de reflejar el sentimiento compartido por el resto de espectadores. La que nunca señalaría es la sandez de "Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso" a la que le falta la coletilla de "…de los que defienden la libertad precisamente". Hay en la historia cierto paralelismo con Roma pero sobre todo con el ascenso del nazismo en el que se nos olvida que las salidas antidemócratas fueron planteadas por Bruning primero y luego por Von Schleicher pero rechazadas por los "defensores de la libertad" que prefirieron el gobierno de Hitler, más democrático. Pero bueno, dejemos la política al margen, porque si me acuerdo de que los buenos se ponen a defender la democracia y los malos fundan el Imperio, me da algo.

Para mí, este episodio III es ligeramente inferior al II pero en todo caso es tremendamente superior a la antigua saga, a la que es cierto, en muy poco se parece por el tono maduro y su inteligencia. Esto es aventura pero teñida de tragedia romántica, en el sentido más extenso de la palabra. Anakin (Hayden Christensen) es el héroe que se deja arrastrar por el lado oscuro, que no necesariamente tiene que ser malo. De hecho hay un conflicto insalvable entre la filosofía Jedi, medio espartana y medio budista, y la de los Sith, que saca su poder del miedo, la ira, el odio y el sufrimiento, que tienen como base, al menos en este caso, el amor. Anakin debe dejar morir a Padme pero, ¿podrá hacerlo? ¿es lícito hacerlo?¿querrá hacerlo? Hay algo inmensamente hermoso en este autosacrificio por amor. Pienso, por ejemplo, que Los Caballeros del Zodiaco estarían más cerca del lado oscuro que del luminoso. Sea como fuere, George Lucas nos introduce en un espectáculo apabullante, de preciosas batallas, héroes derrotados, destinos amargos, amores imposibles, tristeza y desesperación. Mítica.
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