La película está bien. No te sentirás estafado al salir del cine, pero tampoco entusiasmado. El motivo principal, que la trama tiene suficientes ingredientes como para mantenerte interesado en lo que sucede. Lo malo es que el Afleck director -Ben- no sabe explotarlos, limitándose a contarlos sin sacarles ningún partido (de una historia yo diría que más pobre Eastwood hizo una obra maestra), y que el principal protagonista, el Afleck actor -¿Casey?, ni lo recuerdo ni me interesa- es peor intérprete aún que su hermano -el director-, que ya es decir. El doblaje lamentable que le hacen empeorar aún su interpretación, por lo que seguramente será recomendable escuchar su voz original para ver si introduce algún matiz a su hierática gestualidad.

Lo dicho, que esta película sea lo más atractivo de la cartelera, es el verdadero drama.