Adaptación de una novela de Stuart Engstrand. El film, que disgustó a su gran actriz protagonista, es un melodrama con eje en el carácter pérfido, impetuoso, de la protagonista, una Bette Davis orgullosa, aguerrida, aburrida, que está deseando abandonar el pueblo en el que vive con su marido, un médico bienhechor (contraste fácil con el carácter de misantropía y ambición de su mujer) interpretado por Joseph Cotten, y largarse a la ciudad, a Chicago, para vivir a todo lujo con el rubio empresario Neil Latimer (David Brian).

La clave del film es descubrir la identidad del hombre muerto por el que está siendo juzgada Bette. La trama se desarrolla enrevesada, tiene intensidad (a destacar la inclusión de Dona Drake como Jenny en permanente tirantez con Bette), diálogos afilados, con motivos melodramáticos y con suficiente carga psicológica, en ocasiones en ambiente de lograda pesadilla urbana, de enajenación, culminando en una previsible consecuencia de moralina. La historia es de mediana entidad, con personajes que se quedan desdibujados, pero está infravalorada. La interpretación de Bette es excepcional. Un 7,5. .