El guionista mezcló dos novelas de Ewan S. Connell para construir la historia de esta interesante película dirigida por James Ivory sobre un conservador matrimonio con tres hijos en la década de los cuarenta. Interpretada por Paul Newman y Joanne Woodward, pareja en la vida real y nominada ella como mejor actriz principal en los Oscar, el filme es una mirada nostálgica sobre la juventud y el amor que se sostiene en los intentos de la mujer por devolver a su marido a una época ya alejada en el tiempo, la época de la juventud de ambos.

Se trata de un filme muy clásico, un hermoso estudio sobre las relaciones personales, que gustará exclusivamente a los amantes del cine clasista. Obviamente se nota que la química entre ambos es la ideal y no cabe ningún género de duda que es lo más interesante de esta película en la que los sesentones como yo nos sentimos identificados en varias cosas, sobre todo en la relación con los hijos, y esas diferencias de criterios tan acusadas en aspectos tan importantes de la vida como el qué hacer y cómo afrontar el futuro.

Demasiados ratos monótonos en la cinta le impiden que la pueda llegar a valorar como una buena película. Se vé bien y no cansa, pero punto. Insisto en la interpretación del matrimonio, en mi caso considero a la de Newman por encima de los demás, el resto es mucho más liviano. Un 5,5.