Un anochecer, en una pequeña ciudad francesa, rodeada de montañas y cerca de un embalse, algunas personas vuelven caminando desde los bosques cercanos a sus casas. Aparentemente, aparte de haber vivido todos en dicha ciudad, no tienen nada en común entre ellos: son de diferentes edades, de diferentes sexos, de diferentes clases sociales... salvo por un pequeño detalle: todos ellos llevan años muertos.

¿Qué pasaría si una noche regresara a casa de un anciano su mujer, muerta desde hace 35 años? ¿Qué pasaría si una noche regresara a tu casa, donde vives con tu marido y con tu hija tu antiguo novio, con el que te ibas a casar hace una década? ¿Qué pasaría si una noche regresa a casa tu hermana gemela, muerta en un accidente de autobús escolar tres años atrás?... ¿Y que pasaría si ninguno de ellos supiera lo que ha pasado, ni donde han estado... ni que han muerto?

Este es el potente y prometedor comienzo de esta corta (sólo 8 episodios de poco menos de una hora) de una desconocida serie francesa, una pequeña joyita del Canal+, que se emitió durante el otoño de 2012, y que tiene el apropiado título de Les Revenants. Apropiado porque literalmente significa algo así como los retornados, los regresados, pero también, en sentido figurado (aplicado a fantasmas o espíritus), los aparecidos... y también, en un sentido más literal de lo que parece, los resucitados.

Porque los retornados han vuelto de la muerte, pero no como zombis, o al menos no en el sentido clásico al que estamos acostumbrados: no son cadáveres putrefactos andantes, vuelven exactamente con el mismo aspecto y edad que tenían cuando murieron. No son voraces comedores de carne humana, aunque de hecho si que están hambrientos, todos regresan a casa con un hambre canina. En realidad son personas normales, de carne y hueso, con sus necesidades (aunque parece que no necesitan o no pueden dormir). No se acuerdan de nada de lo que ha pasado desde que murieron, ni siquiera de que murieron, no recuerdan dónde ha estado ni que ha pasado, porque no han estado en ninguna parte y para ellos y ellas no ha pasado el tiempo. Sin embargo, la vida si que ha seguido sin ellos, y eso suele ser un problema, porque su lugar puede que ya no sea éste.

Pero en cuanto a sus familiares y conocidos, no todos los acogen igual: para algunos es un milagro, el milagro por el que tanto rezaron, para otros es simplemente inconcebible e inexplicable, otros simplemente creen que lo que ven es algo que está en su imaginación, y que no es más que la traducción del deseo de ver a su ser querido,... y otros simplemente los reciben con terror.

Pero en la mayoría de los casos saben que les va a cambiar la vida, y no necesariamente para mejor: los años han pasado, han rehecho su vida, y el retornado puede que ya no tenga cabida en ella. Y en cualquier caso ¿qué ocurrirá con el resto del pueblo? ¿Cómo se lo tomaran aquellas personas que los conocían escasamente, o nada cuando sepan quienes son realmente? ¿Deberían ocultarlos sus seres queridos del resto de los habitantes de la ciudad? ¿Son sólo los primeros, una especie de avanzadilla de una horda de resucitados que estará por llegar?

La serie, aunque no es perfecta, si que es notable. Tiene una trama bien hilvanada y absorbente, que te va introduciendo en cada capítulo (titulado como uno de los personajes principales) hechos de la vida actual y pasada (hay bastantes flashbacks) de los habitantes de esta pequeña ciudad de montaña. Pero a medida que vas conociendo la historia se te van introduciendo más misterios... ¿Qué pasó? ¿Cómo y por qué murieron? Y van enlazando las historias de personajes de la comunidad que aparentemente no tenían ninguna relación entre sí, al estilo de lo que hacía por ejemplo Twin Peaks, en donde, en el fondo, todos en el pequeño pueblo se conocían, estaban de algún modo relacionados, y guardaban algún que otro secreto...

En cambio, la serie una mezcla extraña de géneros. Por la temática podría pertenecer al género fantástico; no es exactamente una historia de zombis; podríamos decir que es un thriller. Pero también tiene elementos de terror, quizás más psicológico que de susto fácil... aquí se huye del gore y de la sangre fácil.

La atmósfera está muy bien conseguida: la sensación de comunidad que en el fondo es más cerrada y más pequeña de lo que parece, un embalse cercano al pueblo cuyo nivel está bajando misteriosamente, sin ninguna razón aparente (no hay fugas ni grietas en la presa) , inexplicables y breves apagones que dejan al pueblo sin luz, un niño pequeño, al que nadie conoce y que da un mal rollito considerable, un misterioso psicópata o quizás asesino en serie, que llevaba años sin atacar a sus víctimas...

Y todo ello con una fotografía apagada que retrata un ambiente casi invernal de este pueblo que por la ambientación podría estar situado en la alta Saboya, en los Alpes, y con una música ominosa y oscura, de un grupo escocés llamado Mogwai (como la criaturita de los Gremlins) que en chino es el nombre de un demonio maligno.

Una curiosidad: la cabecera de inicio de cada capítulo está formado por una serie de imágenes evocadoras y de lugares del pueblo que poco a poco veremos que tienen bastante que ver con la trama.

En definitiva, una serie recomendable al máximo, que no me extrañaría que fuera objeto de un remake norteamericano como otras buenas series europeas, y que sólo tiene un fallo: el final del capítulo 8 es un enorme cliffhanger, que te deja deseando que haya más, saber cómo continúa la historia. De hecho he leído en algún sitio que planean hacer una segunda temporada para 2014, cosa que no sólo espero ansioso, sino que creo que es imprescindible.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2013/07/les-revenants-veces-ellos-vuelven.html