El sexo como filosofía de vida. Ese podría ser el tema de esta película. Hoy en día no es fácil encontrar historias originales para el cine, nuevas psicologías en los personajes. "Val" es una chica distinta a las demás. Es adicta al sexo, y eso hace que sus principios y valores no sean como los de las demás mujeres. Al igual que el cleptómano siente deseo por robar, aún sin tener necesidad, a la ninfómana le ocurre con el sexo. No lo puede evitar y ello le comporta nuevas sensaciones, sentimientos contradictorios y mucho deseo. "Val" realiza un intento fallido por ser como las demás, por ser lo que no es. Esa lucha interna es el esqueleto de la cinta, y le llevará indagar a base de vivencias, hasta encontrar una respuesta con sentido.

La película tiene un comienzo desalentador, demasiado sexo explícito, redundante. Esto sucede en los primeros 15 minutos, en un aparente deseo de perfilar el personaje con escenas de cama, aunque no lo consigue en este tramo. Más bien conocemos la verdadera perspectiva de esta adicta al sexo cuando inicia la búsqueda de una vida "normal" y se choca con los obstáculos para conseguirlos. Quiere ir contranatura, al final debe descubrir la moraleja anticipada por su abuela: no se puede ser feliz sin ser uno mismo.

La historia es muy creible, avanza con firmeza, y tiene momentos muy dramáticos. En especial destacaría sus vivencias en el prostíbulo, donde se nos muestra ese mundo con crudeza, y dibujando personajes con realismo y verosimilitud.