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Voto de Alejandro:
6
5.7
7,340
Drama. Comedia
Walter Black (Mel Gibson) es un hombre que padece una profunda depresión. Su única vía de escape, su único consuelo, es una marioneta que representa a un castor, al que trata como si fuera una persona. Perseguido por sus propios demonios, Walter, que fue en otro tiempo un exitoso ejecutivo de una empresa de juguetes, emprenderá con su marioneta un viaje de autodescubrimiento... (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver esta película, una de las presentadas en el Festival de Cannes. Debo confesar que el argumento no me atraía mucho en comparación con otros títulos que espero ver pero decidí verla.
De entrada tenemos de directora a Jodie Foster, una mujer que como actriz es extraordinaria y como directora ha dado ya unos pasos. Foster en esta oportunidad aparece con una comedia negra que narra la historia de Walter Black, un hombre que llega a un momento de su vida que entra en una gran depresión, luego de ser un ejecutivo exitoso. En ese estado tan desgraciado en que está sumergido, encuentra a un Castor que se convierte en la voz de su conciencia, en su válvula de escape que lo lleva al autodescubrimiento de muchas cosas, tanto buenas como malas.
Debo decir que la película me gustó mucho, creo que Foster hizo un trabajo destacable, la metáfora que utiliza con el hombre y el títere le funciona de maravilla, y hay un profundo mensaje dentro del argumento y contexto de la película. El problema que encuentro es que al final no queda muy claro lo que Jodie Foster y el guionista quieren trasmitir, ya que quedan muchas cosas en el aire, o mejor dicho no hay un mensaje rotundo y eficaz en el paquete completo de la película.
Aparte del argumento, las actuaciones son muy buenas, destacando la genial actuación de Mel Gibson, que retrata perfectamente a un depresivo y a un desgraciado, él y los actores trasmiten perfectamente sus emociones, que van desde el sentimiento de lo absurdo, pasando por la reflexión sobre nuestro papel en la vida y una destacada emotividad. Además de ello Foster, como siempre perfecta, aunque en este papel no se luce mucho y la joven Jennifer Lawrence, que es una de las grandes promesas.
A pesar de que el guión es un poco loco, y el mensaje final no es claro, hay que recatar el mensaje tal vez central de la película que es muy bueno, la metáfora del títere y varias reflexiones en el nudo del filme que son muy profundas e importantes. Fue una película con una muy buena intención, pero que lastimosamente no logra el efecto esperado, quizás también Foster pudo haber sido más arriesgada, pero lo que tenemos es una buena película para reflexionar. Aunque no llenó todas mis expectativas, me gusto.
De entrada tenemos de directora a Jodie Foster, una mujer que como actriz es extraordinaria y como directora ha dado ya unos pasos. Foster en esta oportunidad aparece con una comedia negra que narra la historia de Walter Black, un hombre que llega a un momento de su vida que entra en una gran depresión, luego de ser un ejecutivo exitoso. En ese estado tan desgraciado en que está sumergido, encuentra a un Castor que se convierte en la voz de su conciencia, en su válvula de escape que lo lleva al autodescubrimiento de muchas cosas, tanto buenas como malas.
Debo decir que la película me gustó mucho, creo que Foster hizo un trabajo destacable, la metáfora que utiliza con el hombre y el títere le funciona de maravilla, y hay un profundo mensaje dentro del argumento y contexto de la película. El problema que encuentro es que al final no queda muy claro lo que Jodie Foster y el guionista quieren trasmitir, ya que quedan muchas cosas en el aire, o mejor dicho no hay un mensaje rotundo y eficaz en el paquete completo de la película.
Aparte del argumento, las actuaciones son muy buenas, destacando la genial actuación de Mel Gibson, que retrata perfectamente a un depresivo y a un desgraciado, él y los actores trasmiten perfectamente sus emociones, que van desde el sentimiento de lo absurdo, pasando por la reflexión sobre nuestro papel en la vida y una destacada emotividad. Además de ello Foster, como siempre perfecta, aunque en este papel no se luce mucho y la joven Jennifer Lawrence, que es una de las grandes promesas.
A pesar de que el guión es un poco loco, y el mensaje final no es claro, hay que recatar el mensaje tal vez central de la película que es muy bueno, la metáfora del títere y varias reflexiones en el nudo del filme que son muy profundas e importantes. Fue una película con una muy buena intención, pero que lastimosamente no logra el efecto esperado, quizás también Foster pudo haber sido más arriesgada, pero lo que tenemos es una buena película para reflexionar. Aunque no llenó todas mis expectativas, me gusto.