La vuelta del detective McLane a las pantallas después de un enorme parón de años se produjo hace ya algún tiempo con esta cuarta entrega. La nueva era tecnológica lo ha invadido todo y nada ni nadie parece capaz de parara a unos terroristas que sumen al país entero en un caos. Bruce Willis se va notando algo cascadete, por eso creo yo que se introducen los personajes juveniles de Justin Long y Mary Elizabeth Winstead (que hace de su hija). El papel de malo está reservado para Timothy Olyphant, un buen actor, pero nada del otro mundo (ahora en la serie Justified), y Maggie Q, actriz que todos hemos podido ver durante años siendo Nikita. No llegan a la altura de Rickman o Irons, por lo que la película se resiente. La dirección llega de manos de Len Wiseman, director de Underworld, y no creo que sea lo peor, los actores lastran mucho. ¡Yipi ka yei, hijo de puta!