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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
6
Drama Christiane F. es una muchacha de 14 años que vive con su madre en un típico piso colmena en Berlín a mediados de los años 70. Su mayor deseo es escapar de esa realidad e ir al Sound, la discoteca más moderna de Berlín. Un día su amiga Kessi se cuela dentro con ella. En el Sound conoce a Detlev, de quien se enamora, y su grupo de amigos, que se dedican a trapichear con drogas. Para sentirse a la misma altura de Detlev y no quedarse ... [+]
30 de marzo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película cuenta la historia real de una drogadicta adolescente de catorce años que cae en la droga de la mano de su novio y sus amigos. Se narra con toda crudeza el particular descenso a los infiernos de la muchacha que prácticamente sin darse cuenta queda enganchada. Una de las frases que se repiten constantemente los yonkis es que ellos controlan lo que se meten y pueden dejarlo cuando quieran pero ésto no es cierto y poco a poco la adicción se vuelve más intensa así como el deterioro físico y psíquico. La protagonista se verá obligada a prostituirse para conseguir dinero para chutarse. En medio de este terrible drama algunos de sus amigos van cayendo y ella finalmente acaba comprendiendo que en ese plan no puede seguir. Pero no le será tan sencillo desengancharse. Las causas que le empujan a consumir al principio son variadas. En primer lugar, sus padres están divorciados. La madre pasa de ella, su padre ni la ve y encima su hermana se va con él. En la disco, Bowie, cantante favorito de Cristina, canta canciones que hablan de la heroína, su novio consume y sus amigos también. Al principio ella comienza tomando pastillas pero más adelante se lanza a probar "el caballo". Sus amigos tratan de disuadirla, pero ella está convencida de que por probar no pasa nada y de que tiene el control de la situación. En la película se muestra lo que tienen que hacer muchos jóvenes yonkis para conseguir el dinero para meterse un pico. La prostitución masculina, la pedofilia y todas las depravaciones sexuales, como la lluvia dorada o el sadomasoquismo, están a la orden del día. Aparecen toda una serie de personajes demacrados y estropeados por los efectos de la droga así como todo tipo de pervertidos de distinto pelaje. La película se centra en mostrar la degradación de la joven Cristina y cuán bajo se ha de caer para conseguir heroína. También asistimos a los intentos baldíos de los protagonistas por desengancharse luchando desesperadamente contra el síndrome de abstinencia encerrados en una habitación.

En suma estamos ante una película oscura, desagradable, truculenta pero sincera y sin efectismos, aunque falla al mostrar sólo una parte del problema de la drogadicción. Existen otros importantes como la desintegración familiar, la pérdida de amigos y parientes que abandonan al drogadicto dejándolo solo sin nada ni nadie a su alrededor. El que es yonki únicamente tiene dos salidas: La muerte por sobredosis o suicidio y la cárcel por robo o asesinato. No hay posibilidad de recuperación completa, siempre estarás a merced de la droga y en cualquier momento puedes volver a caer, echando por tierra todo el trabajo de rehabilitación y de años sin consumir. Estarás marcado de por vida y los que te rodean siempre estarán con la mosca detrás de la oreja por si recaes. De la droga no te libras nunca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Harold Angel
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