Una variante en tono menor de la excelente Se7en. La película narra los crímenes de un psicópata obsesionado con la religión, que pretende reconstruir el cuerpo de Cristo a partir de los restos de otros cuerpos de personas a las que va asesinando para tenerlo listo el Domingo de Resurrección. Christopher Lambert es un policía, que junto a su compañero Leland Orser, tendrán que darle caza antes de que cumpla con sus tremebundos planes.

Entretiene sin más este discreto psyco-killer que se ve con la misma facilidad con la que se olvida. Tiene muchas similitudes con Se7en pero es menos intensa. Aún así contiene alguna que otra escena desagradable de gore. Lambert y Orser están correctos en sus respectivos papeles, y en cuanto al psicópata, no lo hace mal pero le falta el carisma, la garra y la solidez de un Kevin Spacey o un Anthony Hopkins por ejemplo.