El argumento está marcado por el uso de la energía atómica que en aquella época se hacía con fines militares. La capacidad de destrucción de esas armas era tan grande que los guionistas no tardaron en idear historias en las que mostraban los efectos de la radioactividad. En este caso las pruebas nucleares realizadas en el desierto provocan una mutación en las hormigas que las convierte en gigantes y amenazan con extinguir a la especie humana propagándose sin control.

La historia dosifica el suspense creando la tensión necesaria para enganchar al espectador y una vez descubierto el misterio disfrutamos con entretenidas escenas de acción y unos efectos especiales muy dignos para la época. El guión es bastante riguroso y el resultado final es más que satisfactorio. El paso del tiempo no le ha restado un ápice de encanto e interés.