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Voto de Federico_Casado:
7
Drama Bad Blake (Jeff Bridges) es un cantante de música country que vive al margen de la sociedad, con varios fracasos matrimoniales a sus espaldas, miles de millas recorridas y que con frecuencia se refugia en el alcohol. Cuando parece que apenas hay salvación para él, aparece Jean (Maggie Gyllenhall), una reportera que descubrirá quién es el verdadero Bad, al hombre detrás del músico. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2010
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver una película tiene mucho de uno mismo. Hay veces en que aunque te cuenten la historia más maravillosa del mundo, si no te implicas, da igual lo bien que te lo cuenten. En cambio otras veces, uno va a ver una historia que te han contado mil veces antes, además de una manera algo tópica y previsible. Incluso torpe, vamos. Y uno entra como un Mihura, al trapo a la primera de cambio. He visto en infinidad de ocasiones historias de redención, películas crepusculares donde el protagonista conserva parte de la grandeza que tuvo en la juventud e intenta tomar (aunque solo sea por una vez) las riendas de su vida. No hace demasiado tiempo “El Luchador” nos trajo a un renovado (y sorprendente) Mickey Rourke, con una clave muy, muy parecida a la que hoy nos ocupa. Y por supuesto, quizá uno de los referentes en este tipo de historias esté en el “Sin Perdón” de Eastwood, una monumental elegía al género humano (y quizás en su continuación semiótica en “Gran Torino”, una inesperada joya que nos regalo tito Clint el año pasado y que aún hoy sigue deslumbrándonos por su sencillez y eficacia). Bueno, pues aunque yo no sea ni alcohólico, ni cantante de western, ni tenga cincuenta y muchos años (todavía…), este film me tocó el corazoncito, qué le vamos a hacer. Quizás es que también tenga (como todos) algo de rebelde entre pecho y espalda: “Bad” Blake es un completo desastre y su vida está a punto de irse al garete. Bebe demasiado, no ha prestado atención jamás al amor (le avalan 5 divorcios y un hijo al que ni siquiera conoce) y malvive tocando viejas canciones en antros de mala muerte. Pero a pesar de todo, es un genio. Y su genio brilla. Ese resplandor le ilumina en lo que podría ser una luz de esperanza cuando aparece en su vida una periodista empeñada en hacerle una entrevista al mítico cantante de “Country”, cuya coherencia vital es completa y absoluta, y su existencia parece –literalmente- sacada de una de sus sentidas canciones… y todo vuelve a tomar una luz especial, una luz de ilusión para un hombre destrozado que siente que aún tiene una última oportunidad. (SIGUE EN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
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