Hola a todos los que lean este post. El día de hoy no es muy agradable, así que empezaré lo más pronto posible y evitaré cualquier tipo de saludo o introducción estúpida. Así me limitaré a simplemente hablar del tema que nos trae aquí: hablar de la película que he visto esta semana, y que, al parecer, me ha dejado perplejo y con ganas de más.

“Güeros” es el título de la ópera prima de Alonso Ruiz Palacios, un realizador mexicano que debutó abiertamente en el mundo del cine con una película sumamente arriesgada. La película trata de manera directa de ser una especie de antítesis del cine comercial y el cine artístico. Pero no es sólo eso…, también tiene la particularidad de hablar de la diferencia de ideales, pensamientos y, en una manera más indirecta, la diferencia de clases de México. Para lograr todas sus propuestas, la película nos envía por toda la ciudad de México, lugar conocido por su multiculturalidad, y nos invita a ver los múltiples rincones y las múltiples actitudes de la gente ante diversas situaciones. La película es, obviamente, un “road-movie” que intenta introducirnos a sus personajes y sus problemas utilizando el entorno de la película, no en el viaje como lo hacen otras películas de su estilo.

A estas alturas de la crítica, se podría decir que uno de los protagonistas de la película es la propia ciudad de México. Esto no es a causa de que se grabe ahí. A decir verdad, la razón por la que creo que la película tiene como protagonista a la ciudad en dónde se grabó es porque ésta cambia conforme sus personajes van indagando un poco más en ella. La ciudad se mueve; los protagonistas se mueven con ella.

No daré una sinopsis de esta película porque no soy creyente de hacer este tipo de cosas, además de que siempre hago spoilers de las películas que analizo cuando utilizo esta práctica. Lo único que diré es que todo el largometraje gira en torno a una cinta musical, que es claramente una metáfora de la propia película en cuestión (Hay un diálogo de la película que hace que incluso crea que las cinta nos habla de sus protagonistas).

Técnicamente hablando, la película denota en muchos aspectos que está siendo dirigida por un director novato. La cámara se sale de control en muchas ocasiones y tengo la impresión de que la música, aunque genial, no se acopló a la perfección con el filme. La dirección de actores tiene bastantes problemas también; los chicos hicieron un perfecto trabajo, pero hay momentos donde más parece que sobreactúan que otra cosa. Todos éstos son errores muy comunes en directores novatos que apenas saben cómo utilizar bien una cámara o cómo narrar visualmente.

Aun así, creo que la dirección es muy prodigiosa. Ruiz Palacios no es un mal director ni mucho menos. Hay muchas decisiones que él tomó que se podrían considerar bastante inteligentes y muy poco comunes en una película nacional. Por ejemplo, hay muchas escenas donde los chicos escuchan esta peculiar cinta musical; para invitar al espectador a imaginar cuál es la canción o que representa esa cinta, el director simplemente quita el sonido y permite que lo único que se escuche sea la voz de los personajes o sonidos exteriores. Me da la impresión de que este tipo es mucho más talentoso de lo que podemos pensar algunos…, así que no se asombren si resulta triunfar en un futuro (De hecho, ya ganó varios premios “Ariel” por esta película, así como un “León Dorado” del festival de cine de Berlín a la mejor ópera prima).

Lo único que puedo sentir después de haber experimentado “Güeros” es lástima por no haberla visto en el cine. Creo que es una película lo suficientemente buena como para que no le quite el ojo de encima a este director, el cual generará mucho ruido en un par de meses o años. Es más que lógico que recomiendo “Güeros” a cualquier amante del séptimo arte o a cualquier persona que busque algún filme diferente a otros. Son películas como ésta las que me hacen pensar que el cine nacional no está completamente muerto. “Güeros” es quizá la mejor ópera prima que he visto en un muy largo y casi interminable tiempo, lo cual hace que me muestre un poco más optimista con los nuevos directores que están naciendo.

Calificación final: Sobresaliente (ocho puntos de diez; cuatro estrellas de cinco).