Two of a Kind no tiene ni pies ni cabeza.

Es tan mala, que es buena. Es un curioso fenómeno que podemos encontrar en cintas como Xanadu o Showgirls, que dan la vuelta al marcador. Como no pueden ser más malas, se convierten en joyas. Obras de culto incomprendidas que son un verdadero placer culpable.

Guión delirante con elementos fantásticos, secundarios lamentables, sucesión de escenas absurdas y predecibles, humor de encefalograma plano. Lo tiene todo. Además reunió a Travolta y la Newton-John después de Grease (y hundió sus carreras). Qué más se puede pedir?

Bravo!