Difícil calificar esta serie, más aún si no conozco el cómic, aunque supongo que lo desmejorará. Hay que reconocer que es entretenida y que esa función la cumple bastante bien. Pero es a veces tan inverosímil y disparatada que en algunos capítulos deja mucho que desear. Mark Valley encarna a Christopher Chance, un ex-asesino a sueldo que ahora hace el bien junto a dos compañeros, Winston (Chi McBride) y Guerrero (Jackie Earle Haley), por medio de una agencia que han fundado en donde prestan servicios de guardaespaldas a todo aquel que los quiera contratar. Algo así como "El Equipo A". Y de hecho, la estética, sobre todo de la primera temporada, recuerda mucho a esas series de los ochenta y noventa, con una intro más que digna, intro que desaparece en la segunda temporada junto a la aparición de los personajes femeninos, la millonaria Sra. Pucci, una señora que fue cliente del trío anterior, y una ladrona que embarca en la aventura a modo de segunda oportunidad.

Pero los claros y sombras del personaje principal, Chance, se obvian durante toda la serie, salvo en determinados episodios en que nos cuentan qué fue anteriormente y qué le atormenta de su pasado. Hubo una mujer en su vida por la cual él cambió su forma de ser, y su protector-gurú-padre espiritual sólo aparece de pasada sin darnos más datos. Lo mismo pasa con Guerrero, de largo el mejor personaje (y el mejor actor) de toda la serie. Al final de la segunda temporada nos dan atisbos de su vida personal, pero sin llegar a concretarse debido a la cancelación del rodaje de una hipotética tercera temporada.

"Escudo humano" es una serie que entretiene y se deja ver si se ve con una actitud pasiva y sin pedirle peras al olmo, sin tener en cuenta las chapuzas de un guion que hace aguas en muchas ocasiones y sin notar el bajón de un capítulo a otro en cuanto a actuaciones. Por lo tanto, uno se encuentra en la encrucijada: no sería justo aprobarla y no sería justo suspenderla. Mejor la medida salomónica y optar por la mitad: un 5 de nota.