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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Inglaterra, siglo XIX. Famosa adaptación de la novela homónima de Charles Dickens. Oliver es un niño huérfano al que su madre, una joven soltera, abandonó a las puertas de un orfanato. Para librarse de él, el malvado director de la institución, decide venderlo a un empresario como aprendiz de su taller. Cansado de los malos tratos que recibe, huye y acaba uniéndose a un grupo de pequeños rateros que viven bajo la férula de un viejo tiránico. (FILMAFFINITY) [+]
16 de abril de 2024
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Antes de cambiar el rumbo del cine con sus obras maestras (“La hija de Ryan”, “Doctor Zhivago”, “Lawrence de Arabia”, “El puente sobre el río Kwai”), en 1948, ese dios llamado David Lean estrenó la que sigue siendo a día de hoy la mejor versión filmada de “Oliver Twist”. El cálido clasicismo de sus movimientos de cámara y sus magistrales planos secuencia se mezclan en esta ocasión con unos encuadres abiertamente expresionistas, donde la luz pasa a ser la protagonista narrativa del film, a través de una portentosa e insuperable dirección de fotografía de Guy Green. El espectáculo visual es de una magnitud histórica.

En cuanto al contenido, poco tenemos que añadir al hecho de que se trata de una versión profundamente ortodoxa de la inmortal novela de Charles Dickens, un relato cargado de misantropía que nos muestra la parte oscura del ser humano, la que domina y marca el camino de la humanidad. Un niño cuya madre muere en el parto (la escena inicial de la cinta es una de las más grandes escenas de la historia del cine) que va rebotando de mal en peor, del orfanato a ser esclavizado en una funeraria y de ahí a la delincuencia callejera. No hay piedad para el proletariado, ni oportunidad alguna. El sistema está diseñado para que el opresor asfixie al oprimido en progresión geométrica y “Oliver Twist” nos lo muestra crudamente.

Entre su magnífico elenco actoral, propio de toda producción británica, destaca la recreación de Alec Guinness interpretando a Fagin bajo kilos de maquillaje y prótesis, un malo antológico de la historia del cine.
Sergio Berbel
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