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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama. Intriga En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“De repente, el último verano” lo tiene absolutamente todo. Una obra tensa, sudorosa, perturbadora, asfixiante, psicoanalítica, con tendencias surrealistas en su escena final y profundamente enrarecida del gran genio del teatro; una dirección de Joseph L. Mankiewicz portentosa, oportuna e impactantemente moderna para 1959; un elenco artístico incontestable con Elizabeth Taylor, Montgomery Clift y Katharine Hepburn, ni más ni menos; el protagonismo de la obra cedido a Sebastian, un personaje fallecido que no aparece en la película pero que la centra de principio a fin por su personalidad insoportablemente arrolladora que lo convierte en víctima y verdugo de forma simultánea; la salud mental como tema principal para desarrollar todas las obsesiones del dramaturgo a través del verano, la homosexualidad reprimida, los ambientes clautrofóbicos, la miserable condición humana siempre interesada, un complejo de Edipo en sentido contrario ingobernable, la náusea sobre la existencia... Puro Tennessee Williams.

Como siempre, el cálido y asfixiante sur de los USA es la ubicación de la historia (qué sería de la obra de Williams sin el calor tórrido y sudoroso). Estamos en 1937. Montgomery Clift es un psiquiatra que está desarrollando la terrorífica técnica de la lobotomía. Katharine Hepburn es una viuda rica que perdió a su consentido único hijo poeta el verano pasado, del que estaba locamente enamorada y al que pierde por un ataque al corazón el primer verano que no la acompaña ella sino su prima (Elizabeth Taylor) como mero cebo para conseguir a jóvenes adolescentes. La mujer rica quiere practicar una lobotomía a su sobrina, pero algo no está claro en todo esto.

Profundo drama desgarrador e hipnótico, la historia se va trenzando para ser cada vez más compleja, como suele ocurrir en la obra del mejor dramaturgo que yo haya conocido. Todo ello filmado con un atrevimiento impresionante por Mankiewicz que desborda genialidad por todos lados: desde la presentación del imposible jardín ideado por Sebastian hasta la narración de lo ocurrido en la terrorífica playa de Boca de Lobo (trasunto de alguna playa de este país cargada de miseria moral y material).

Absolutamente impresionante drama psicológico sobre la barrera entre la salud y la enfermedad mental totalmente imprescindible, que incluso supera en su acercamiento al psicoanálisis a la mismísima “Recuerda” de Alfred Hitchcock.
Sergio Berbel
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