No pasará a la historia del cine, si acaso porque forma parte de la filmografía de la Kidman, que por otra parte, no me acaba de convencer como actriz. Su montaje pseudo documental, la caracterización de algunos personajes y ciertos toques de humor surrealista son aspectos que en determinados momentos juegan a favor de la película, pero en otros, claramente en contra, de modo que uno no acaba de saber muy bien hasta que punto está viendo una cínica comedia negra o un filme que trata de denunciar el poder de manipulación y el inexplicable magnetismo que ejerce el medio televisivo sobre el común de los mortales. La influencia del cine de los Coen me parece bastante evidente. Bastante irregular, pero apreciable.