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Voto de Taylor:
8
1991
7.3
116,205
Animación. Fantástico. Romance. Musical. Infantil
Una hermosa joven llamada Bella acepta alojarse en un castillo con una bestia a cambio de la libertad de su padre. La bestia es, en realidad, un príncipe encantado. Para romper el hechizo, deberá ganarse el amor de una preciosa dama antes de que caiga el último pétalo de una rosa encantada. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2008
33 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
James McNulty, psicólogo de la Universidad de Tennessee, se ha convertido en el primer científico capaz de desentrañar un enigma tan vetusto como la propia humanidad.
¿Por qué extraña razón triunfan las parejas entre mujeres bellísimas y hombres con poco sex-appeal?
La singular teoría de McNulty esboza que los hombres poco agraciados disfrutan doblemente de la compañía de mujeres hermosas puesto que, en todo momento, son conscientes de sus propias limitaciones físicas. Ese hándicap estético les convierte, sin embargo, en hombres atentos, protectores y orgullosos de sí mismos.
La mujer atractiva, por su lado, ve recompensada la escasa fotogenia de su varón con esa preciada aspiración que toda fémina persigue: el soporte emocional.
“La bella y la bestia” difunde de forma clara y meridiana ese bonito y manido mensaje de que ‘la belleza está en el interior’. Y eso está muy bien, que conste. Pero a mi siempre me atrajeron las dobles lecturas. Y McNulty, providencialmente, ha corroborado de forma empírica uno de mis interrogantes más arcanos.
Por fin he comprendido dónde radica mi poder de seducción.
¿Por qué extraña razón triunfan las parejas entre mujeres bellísimas y hombres con poco sex-appeal?
La singular teoría de McNulty esboza que los hombres poco agraciados disfrutan doblemente de la compañía de mujeres hermosas puesto que, en todo momento, son conscientes de sus propias limitaciones físicas. Ese hándicap estético les convierte, sin embargo, en hombres atentos, protectores y orgullosos de sí mismos.
La mujer atractiva, por su lado, ve recompensada la escasa fotogenia de su varón con esa preciada aspiración que toda fémina persigue: el soporte emocional.
“La bella y la bestia” difunde de forma clara y meridiana ese bonito y manido mensaje de que ‘la belleza está en el interior’. Y eso está muy bien, que conste. Pero a mi siempre me atrajeron las dobles lecturas. Y McNulty, providencialmente, ha corroborado de forma empírica uno de mis interrogantes más arcanos.
Por fin he comprendido dónde radica mi poder de seducción.