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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Fantástico. Aventuras. Infantil Durante años el Sr. Meacham, un viejo tallador de madera, ha fascinado a los niños de la región con sus cuentos acerca de un feroz dragón que reside en lo más profundo de los bosques del Noroeste del Pacífico. Para su hija Grace, que trabaja como guarda forestal, estas historias no son más que cuentos para niños… hasta que conoce a Peter. Peter es un misterioso niño de 10 años que no tiene familia ni hogar, y que asegura que vive en el ... [+]
13 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se piensa un poco, la inspirada frase del cantamañanas Jorge Valdano «el fútbol es un estado de ánimo» (hasta un reloj estropeado da bien la hora dos veces al día), es aplicable a casi cualquier ámbito de la vida. Y el cine no iba a ser una excepción. Para muestra, un botón: no creo que esta “Peter y el dragón”, remake en carne y hueso de la original en dibujos animados “Pedro y el dragón Elliot”, sea de lo mejor que ha hecho Disney pero, por algún motivo, contiene elementos que han activado la parte nostálgica de mi mente hasta transportarme a las Navidades de mi infancia.

Aquí tengo que hacer un inciso histórico. Aunque a algunos le sonará raro y a otros, incluso, marciano, cuando yo era pequeño no sólo no había internet sino que tampoco había la variedad de oferta televisiva con la que muchos habeis crecido. Eran años donde había una tele por familia, en el salón, uno o dos canales y una programación infantil que se limitaba, entre semana, a Barrio Sésamo por las tardes y, los fines de semana, a programas matinales indefinibles (como La Bola de Cristal) y a un capítulo de media hora de alguna serie de dibujos animados después del telediario de las dos. En Navidad el tema mejoraba un poco y por las mañanas en TVE dedicaban una o dos horas a emitir programas juveniles o infantiles. Sin ningún criterio, pero menos daba una piedra. Un día era una película de dibujos animados de dinosaurios y otro un capítulo suelto de una serie de niños detectives. Cómo sería la cosa, que muchos organizábamos nuestras agendas alrededor de esa programación (no había video o sea que había que ver las cosas cuando las echaban) y el domingo había que leer la programación de TV de la semana para ver qué era prescindible y qué no. Aunque, realmente, no había nada prescindible. Había que aprovechar el momento y tragarse todo mientras durase el periodo de fiestas.

La joya de la corona eran las producciones que llevaban el sello Disney, porque tanto si eran los típicos especiales de Mickey, Goofy y Donald, como si eran películas conocidas tipo “Blancanieves”, como si eran películas desconocidas, la calidad estaba asegurada. No recuerdo el título, pero se me quedó grabada una de un tigre que se escapaba en remoto un pueblo de EEUU y los niños se organizaban para evitar que lo capturasen violentamente. Por su concepción y su factura, “Peter y el dragón” me ha recordado a esas películas y a esos momentos. Una película bien hecha y, en cierto modo, sencilla, sin el habitual despliegue de efectos especiales. En ese sentido, se agradece la honestidad de respetar la historia y no inundar el producto con efectos innecesarios, utilizando sólo los mínimos recursos necesarios para dar vida al dragón. Y es que “Pedro y el drágon” es en sí misma una historia con bastante carga emotiva y, simplemente con una buena fotografía que saque partido del entorno boscoso, tiene suficiente para conectar. Su parte mágica le da un plus sin quitar protagonismo a la exaltación de valores. Sumamos a eso que los actores senior trabajan con mucha corrección y los junior se hacen querer y tenemos una obra sin el renombre de los clásicos de la casa, pero que hace pasar un buen rato en todos los sentidos. Y no digo nada si encima te toca la fibra de la nostalgia como a mí. Ains, quién pudiera volver a los ochenta…
OsitoF
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