Está siendo un año especialmente decepcionante con las cintas nominadas a los Óscar (que he visto hasta ahora), no voy a mentir. Y en un primer momento, esta no me llamó especialmente la atención. El tema me pareció ya muy trillado.

Qué peliculón.

Lo primero a destacar es que tiene todo de lo que me quejo en las demás. Personajes trabajados, profundos. Una historia que crece, y que te invita a entrar. Un bofetón de sensaciones, una historia que se sostiene. Dura, amarga, y a la vez, con unos toques de humor. Así quiero llamar a la brutalidad de las misivas.
Un guión impecable, profundo, duro, directo. Como debe ser.
Una historia ciertamente creíble, de actualidad. Una crítica a un sistema que claramente no funciona. Crímenes sin resolver. Familias desestructuradas y cómo afecta esto a los hijos. Abuso de poder. Racismo. Maltrato doméstico. Y todo esto, perfectamente entretejido. Nada sobra, nada falta.
Ambientación, producción y realización. Es que no le puedo sacar pegas.

Las interpretaciones, una tras otra rozan el sobresaliente. Qué decir tiene Frances McDormand se merece la estatuilla, porque está simplemente impecable y que Peter Dinklage vuelve a cerrar un papel con broche de oro representando ya no un un guión, un día a día del que ni siquiera nos enteramos. Bravo, joder, bravo.

Se crítica de esta cinta que está excesivamente estereotipada, que se pasa de humor negro y no procede, y hasta que el casting tiene fallos serios (venga, vale, el marido). Pero honestamente, no concibo estas críticas sin pensar que no se ha comprendido la profundidad de la trama, del drama que viven miles y miles de familias, de la (a veces presente) brutalidad policial.

En cualquier caso, estamos aquí para divertirnos.

No he hablado de los carteles, pero, no tengo mucho más que decir que me parecen una genialidad que trabaja en otra liga. Amigos, que la publi está muy olvidada en el cine.
"VIOLADA MIENTRAS MORÍA; TODAVÍA NO HAY DETENCIONES; CÓMO PUEDE SER, JEFE WILLOUGHBY?""