El experimento vale la pena: Vean sólo la primera media hora, hasta la escena de Steve Buscemi. Hasta aquí hay un interesante mediometraje interpretado con granítica sobriedad por Woody Harrelson y Ben Foster sobre un desagradable trabajo sobre el que nuestra pacifista Menestra de Defensa, "Karma" Chacón, y sus homólogos en el resto del mundo no suelen hablar, el de informar a los familiares de militares muertos. A esta parte le doy un ocho.

Luego llega el exhibicionismo del dolor, la solemnidad indie, los desvaríos antipatrióticos, la repetición de las mismas escenas y sobre todo, un doloroso golpe bajo: un ser tan adorable como Samantha Morton afeado con entradas en el pelo y unos cuantos kilos de más. Entre tanto bostezo y desinterés a esta parte le doy un dos. Esta segunda parte es mucho más larga, pero como hoy vienen los Reyes Magos hago la media y me saco de la manga un estupendo aprobado.