“La Cosa: el enigma de otro mundo” es una película de John Carpenter, un remake del film del mismo titulo dirigida por el gran maestro Howard Hawks, basada en la novela ¿Quién anda ahí? del autor John W. Campbell. Según dicen la adaptación más fiel es la de Carpenter.
La película se sitúa en un campamento científico aislado en la Antártida, habitado por una docena de hombres. Allí la vida es monótona y tranquila hasta que aparece en escena un helicóptero intentando acabar con un perro que corre por la nieve como alma que lleva el diablo (nunca mejor dicho), y que porta en su interior un ente alienígena. A partir de ahí, se producen una serie de sucesos extraños donde el extraterrestre se va apoderando de los cuerpos de toda vida animal, adoptando sus formas. El grupo descubre en la nieve una enorme nave espacial que lleva miles de años enterrada en el hielo y que unos científicos noruegos han desenterrado, devolviendo a la vida a un ente desconocido.
La angustia por resolver en que cuerpo se encuentra da lugar a una ambiente de desconfianza entre los miembros de la base, y a una lucha por la supervivencia, pero también a la vez se produce un intento desesperado de evitar que la “cosa” pueda escapar y llegar a otros confines, lo que significaría una gran catástrofe y posiblemente el exterminio de la vida humana en el planeta.
Carpenter, con escasos medios y bajo presupuesto, es capaz de mantener una cierta tensión a lo largo de casi todo el metraje, de crear una atmosfera agobiante, con la mayor parte de las escenas dentro del campamento, un campamento dicho sea de paso real y abandonado. Utiliza a menudo cámaras fijas, y trabaja con luces tenues, jugando con las sombras. Los efectos especiales creo que son notables para la época. Aunque la música corre a cargo de Ennio Morricone, él propio director la complementa con una música propia y simple a base de sonidos de golpes solitarios de teclado (posteriormente lo haría también con otras obras como “Christine”).
Fiel a su estilo, sus trabajos son muy personales, desarrolla una película de terror y a la vez de ciencia ficción que si bien no tuvo éxito en sus comienzos, a lo largo del tiempo se fue convirtiendo en un largometraje de culto.
Personalmente, en algunas escenas los diálogos no me cuadran demasiado, por ejemplo en la que están diseccionando el teórico cadáver de la “cosa”, no da la sensación de que están ante un descubrimiento inverosímil ni por sus palabras ni por sus gestos. Y el final tampoco me dejó demasiado satisfecho.
En fin, una película que fue ganando enteros al discurrir del tiempo, con un guión interesante, una magnifica puesta en escena, una dirección muy personal, y una música muy adecuada.