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España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Fantástico. Romance. Comedia. Terror Una joven bruja está empeñada en encontrar el amor a base de conjuros y pócimas que le permitan seducir a cualquiera. Cuando por fin encuentra al hombre de sus sueños, su deseo se convierte en desesperación, en locura y luego en... Con un estilo visual que homenajea los thrillers en Technicolor de los sesenta, "The Love Witch" explora las fantasías femeninas y las consecuencias del narcisismo exacerbado. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2017
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas películas de los 40, 50 y 60... realmente respiran sabor de los 40, 50 o 60.
Parece una obviedad así dicha, pero los colores vibrantes, las luces directas o las actuaciones afectadas, hoy en día, forman una especie de crisálida temporal sobre los largometrajes de aquellas épocas, que solo liberan sus encantos cuando a algún arqueólogo cinematográfico le da por desenterrar alguna de ellas.
Nadie sabe cómo lograron ese aspecto, o cómo se pudo llegar a esfumar en el cine venidero, pero han quedado como magníficos "accidentes" de estética, fruto de un momento en que la realidad del otro lado de la pantalla aún debía buscar su lenguaje (¿quizá hemos perdido la cualidad de abstracción del cine al tratar de acercarlo a lo que vemos cada día?).

Es por eso que 'The Love Witch', en sus primeros minutos, parecería un insospechado milagro.
Jamás se me habría ocurrido pensar que esta película ha sido rodada en la segunda década del S. XXI.
Diría que sus actores son intérpretes olvidados que vivieron su carrera hace tiempo.
E, incluso, sería capaz de notar el cartón piedra de los decorados, los focos del plató, el empeño de la directora en enriquecer artísticamente lo que está contando, mientras el típico productor le pide que haga lo que quiera, mientras las actrices salgan desnudas todo lo posible.
Así de increíble es la magia que despliega esta historia, llegando a confundir la época en la que la estás viendo.

Sin embargo, el encanto se agota (qué duda cabe) y habría que ver hasta qué punto el homenaje acaba matando, o al menos empañando, la curiosa historia que cuenta.
Elaine es una mujer en busca de amor, o más bien, una bruja en busca de amor. Sus encuentros con los hombres suelen ser chispazos fugaces de pasión, que acaban pronto perdiendo la gracia, cuando se da cuenta de que sus sucesivos ideales masculinos no son capaces de satisfacer sus necesidades.
Pero sigue buscando, no importa las decepciones o los inocentes abandonos, porque en su interior ella guarda el deseo de enamorarse de verdad, de una manera tan estúpidamente pura que casi asusta, y así se lo hace saber a su reciente amiga Trish, la cual se escandaliza ante una mujer viviendo su vida de verdad (y de paso, nos recalca lo inútil de vivir algo a medias).

El problema es que esa misma pureza suya no existe en ninguna de sus conquistas.
Los hombres quieren divertirse, es cierto, y enseguida se sienten atraídos por un cuerpo bonito o una mirada color azul que destruye sus morales civilizadas, pero de la misma manera que Elaine rompe esa barrera superficial también acaba por romper su vacío corazón: esos machotes cegados por el sexo no pueden contener las lágrimas, cuando la bruja se entrega a ellos en un éxtasis de color y pasión que nunca han podido experimentar con nadie.
¿Será quizás porque Elaine es la única persona que se permite amar de verdad, entre romances cada vez más fugaces, menos centrados en lo personal, más frívolos?
Bajo su delicioso disfraz de "sexploitation" brujeril, 'The Love Witch' se permite teorizar sobre el amor verdadero, y quizá dice más al respecto de lo que aparenta.
(Es lo que tienen las bromas sostenidas, que solo lo son hasta que quién la cuenta elige contar la verdad con ellas)

El problema vendrá cuando la bruja se vea, por fin, capaz de amar, ni siquiera necesitando una noche de sexo por delante, y entonces la misma debilidad que veía ella en los hombres se hace tristemente evidente al mirar a nuevo amado: se trata de algo indefinido, que nos espanta cuando aparece, y de alguna manera nos recuerda lo poco bonito del amor, cuando uno de los enamorados es consciente del poder que tiene sobre el otro.
Es en el fondo triste ver a la nueva pareja, engalanados y casi casados en un ritual medieval, jugando y riendo, mientras en su mente aparecen los desvelos de un noviazgo que no va a durar: el encanto se apaga, la belleza se esfuma, y las personas de encanto ilimitado están demasiado rotas como para tener un cuerpo bonito que haga realidad nuestras ideales fantasías.
Pobre Trish, un buen ejemplo de esa clase de personas, dolida y eternamente consciente de la inferioridad respecto a su marido, que apenas es capaz de experimentar el poder de Elaine cuando se prueba su maquillaje y complementos, convirtiéndose en una burda parodia la mujer que no podrá ser jamás. Aunque quizá sea ella la afortunada que ha vivido el "amor más verdadero": el que dura, y parece dormir, mientras no haya calurosas bombas de sensaciones como Elaine que lo despierten agitadamente.

Sería inútil pensar en 'The Love Witch' como en algo más que una cara chuchería.
Pero entre sus luces rojas y seductoras formas se encuentra el triste relato de la bruja que no podía amar, aunque ella misma no se diera cuenta de eso.
Vale la pena que te lo cuenten, si es con sabor a siglo pasado.
Charles
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