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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Drama. Aventuras Dos amigos dejan su pueblo para combatir con su ejército. Ambos, tras una derrota en el frente, se cobijan en la solitaria casa de Oko, una viuda que vive con su hija. Matachachi dejará que Oko le seduzca y, junto con ella y su hija se irá a Tokio, olvidando a su prometida... (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al que acabe de ver la primera película de la saga seguramente le sucederá lo mismo que a mí, que es quedarse con la sensación de alivio al saber que tras este primer ejercicio le siguen dos largometrajes más. Creo que lo mejor que se le puede decir a una película que es un primer capítulo es que individualmente es correctísima, que entretiene una barbaridad y que posee el ritmo adecuado que se espera. No olvido en ningún momento que "Samurái" (con acento, cuántas veces se llega a escribir mal una palabra...) forma parte de una saga en la que el portentoso Toshiro Mifune es protagonista de un mensaje general que tiene que ver con la forja de un samurái. Con Mifune no me equivoqué, alguien que en ese mismo año 1954 vemos formando equipo en "Los siete samuráis" no podía defraudarme. Lo que era una incógnita era Hiroshi Inagaki, alguien por lo visto muy aferrado a este tipo de cine, llamémoslo género de samuráis, ambientado en el Japón feudal y por supuesto con la indispensable aparición de muchas katanas.

Habrá que ver las siguientes dos películas para conocer el devenir del personaje que interpreta Mifune, alguien poseedor de un don especial interior, un diamante en bruto que bien pulido podrá lucir más que en esta primera parte. En "Samurái", la primera parte, damos cuenta de un personaje brutal, harto de la vida quizás porque todo han sido palos y mala suerte, alguien que se enfrenta a todos porque motivos tiene para desconfiar. Ciertamente la vida no le trata bien a este hombre que va a hacer la guerra y que tal vez la batalla más importante la tiene que librar consigo mismo. Me encanta la personalidad del monje, cuya aparición es fundamental, atándolo a un árbol como animal que es, encerrándolo y tal vez ofreciéndole una oportunidad. Lo que me sobra es todo lo que tiene que ver con la historia de amor. Ahí queda el gesto, no en vano es una película orientada también a cruzar el charco y plantarse con todos los honores en Hollywood.

Los puntos suspensivos que siguen tras esta primera parte son un listón muy alto para la segunda parte. Toshiro Mifune empezará un nuevo camino, incluso cambia de nombre, sin olvidar lo que fue. Así que buena película individualmente, con acción, bella fotografía y con las mejores expectativas que ofrece siendo una parte de un todo. Dan ganas de conocer qué más le sucederá a este hombre.
Luisito
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