El argumento es endeble, se basa en una visión arquitectónica de Buenos Aires arbitraria, fatalista y muy reducida al feísmo. La espléndida ciudad, admirada por grandes de las artes, es aquí destrozada por un puñado de ideas sin interés dramático, con un protagonista masculino carente de dotes actorales y un argumento que se estira como un chicle para llegar a un final sin vuelo alguno.

No es "muy mala" por la excelente música y la fotogenia y el talento de López de Ayala, francamente bellísima y dulcísima. Dan ganas de salir corriendo para protegerla de sí misma en su devaneo con la soledad y la tristeza: pero no alcanza para toda una película muy breve que, sin embargo, se hace eterna.

Si todo el asunto va empeorando a medida que avanza, el final es demasiado pobre y el epílogo pésimo.