Dexter Morgan es ante todo el mundo un forense especializado en análisis de salpicaduras de sangre en el Departamento de Policía de Miami, pero cuando la situación lo requiere deja de ser el perfecto hermano, novio, amigo y trabajador para dejar paso al oscuro pasajero, un asesino en serie guiado por el "código de Harry". Solo acaba con los criminales que no son juzgados como se merecen y la sentencia siempre es la muerte.
Dexter no es un personaje común y la serie tampoco, ambos son innovadores y adictivos. Sinceramente, parece una apuesta muy grande la que se lleva a cabo, no es la típica serie donde el asesino es el malo, al contrario, puede parecernos mejor que el resto por ese afán de justicia, aunque a su modo. De cualquier forma, acabamos del lado de Dexter porque cuando habla su verdadero yo vemos que no es un loco que disfruta por matar simplemente, no, disfruta matando a los culpables.
La vi por una recomendación y no me arrepiento de haberlo hecho, enganchada me hallo a la historia del asesino de la bahía.