Irritable y presuntuosa película de fines de los noventa. “Lo opuesto al sexo” (1998) es una cinta no sólo evitable sino que a ratos resulta insufrible hasta evolucionar con algo de sentido.

Provocativa, puede que esa sea una de sus cualidades si se sobrevive a la primera media hora. Después de eso la vara no queda alta para cualquier cosa que aparezca en pantalla.

Christina Ricci es perversa, femme fatal y otros calificativos que la posicionan en todo lo politicamente incorrecto. Esto puede hartar a algunos -muchos- y curiosamente deleitar a los críticos, en una dicotomía que de vez en cuando suele pasar.

Aún con esas loas, los estereotipos como las minorías sexuales y la enfermedad del Sida son manoseados de forma casi impresentable aunque se trate de una comedia, lo que deriva en el mal gusto.

Lo que la separa del fondo de las calificaciones es la figuración de algunos actores pero la originalidad tropieza demasiado con el ruido que provocan ciertos relatos y secuencias.

“Lo opuesto al sexo” tiene problemas de ritmo y requiere de la paciencia y un estado de ánimo muy perceptivo del espectador. No es muy mala, simplemente es mala.

Recomendación:
Mala. Irritable y prescindible para la mayoría. Será recordada para mal o para bien.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com