Cortometraje que a ciencia cierta me parece un tanto absurdo en su concepción argumental. Nacho Vigalondo pretende hacernos reir, supongo, pero en mi caso he de decir que solo me ha dejado una leve sonrisa, y si acaso he de reconocer que al menos, como ya expongo en el título de esta crítica, la canción tiene un buen ritmo. Porque lo que está claro es que el argumento del corto es absurdo, y además no tiene un porqué lógico, lo cual de entrada a mi parecer hace bajarle mucha nota. Una mujer entra y empiezan a cantarle una canción. Se entiende que esa canción es una especie de "homenaje" hacía ella. Y yo me pregunto ¿A que se debe, si puede saberse? La corografía no es mala, pero en lineas generales me ha dado la sensación de ser un corto un tanto sobrevalorado. El director usa una fotografía en blanco y negro, el porqué tampoco lo sé. Y por ultimo las actuaciones aunque son buenas, quedan un tanto descuadradas, podemos decirlo así, debido a que esa actitud de los personajes no tiene explicación. Reconocer eso si, que la canción, como ya he dicho mola y me pregunto ¿ y que?.