Laura está cursando el primer año de estudios universitarios en Madrid en régimen de internado en un Colegio Mayor —su familia es de Mallorca— cuando conoce a David, un chico con parálisis cerebral que vive con su madre Isabel. Mientras Laura va lidiando como puede con sus inseguridades la confianza con David e Isabel va a más.

Vamos a la primera escena. Laura, justo antes de conocer a David, está en una fiesta con cara de preocupada y accidentalmente se le rompe un pequeño pedazo de vaso produciéndole un corte en el labio. Un incidente que produce un cierto escalofrío, que ocasiona el primer contacto con David y que es una perfecta introducción a lo que vendrá después. Un estropicio emocional del personaje principal que la lleva accidentalmente por caminos inexplorados en una etapa esencial en la maduración personal.

El director Fernando Franco acierta plenamente en el tono, nos muestra con una veracidad bien apuntalada y salpicada de simbolismos a una chica que vive por primera vez lejos de la protección familiar —¡con qué naturalidad explica mentiras a su madre para que "no sufra" !— explora relaciones en un singular descubrimiento de su yo, su cuerpo y su sexualidad. Acierta también que este crecimiento personal se haga de forma diversa y relativamente traumática; desafortunada a través de las redes sociales o las drogas y en plenitud en su relación con David aunque podría parecer una relación sólo lucrativa.

Un estropicio emocional que poco a poco va conformando un dibujo con sentido, donde cada trozo encaja con el otro para acabar —utilizando las partes que se dispone— conformando una personalidad con criterio y satisfacción para acabar llegando a esta "primavera" deseada. De hecho, si escucha el concierto que da título a la película se puede comprobar que esta "consagración" no se da a través de dulces y bellas melodías románticas sino a través abruptas e inesperadas experiencias que van dando forma —con cierto sufrimiento, por supuesto— a la persona.

"La consagración de la primavera" es una propuesta valiente y muy respetuosa en su planteamiento temático que logra hacerse creíble a partir de una aparente sencillez —pero con una amplia riqueza de detalles simbólicos y múltiples temáticas paralelas— para completar una propuesta con un vitalismo profundo y realista. (7,5)

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